Los médicos gallegos irán a la huelga los días 2 y 3 de noviembre

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SANTIAGO

ALBERTO LÓPEZ

Aseguran que la Xunta no ha hecho ni un solo movimiento para negociar una carrera profesional que tienen todas las comunidades

15 sep 2017 . Actualizado a las 16:05 h.

Si la Consellería de Sanidade no se sienta a negociar con ellos, y los sindicatos médicos aseguran que no lo ha hecho en dos años, la sanidad gallega vivirá dos jornadas de huelga los días 2 y 3 de noviembre, un paro que se convertirá en indefinido a partir del 4 de diciembre.

La coalición de sindicatos médicos (CESM-Galicia y O´Mega) ha convocado esta movilización ante la negativa del Sergas a empezar la negociación de la carrera profesional, que en menor o menor grado de desarrollo tienen todas las comunidades autónomas. José María Escudero, de CESM, asegura que esta carrera es importante para los facultativos «pero quizás más para los pacientes» porque obliga a los profesionales a formarse y actualizarse constantemente. Manuel Rodríguez, de O´Mega, recuerda que en estos momentos los médicos, tras aprobar una oposición en el sistema público, no tienen ningún sistema de promoción, «y la carrera repercute en el beneficio de la sanidad y mejora la capacitación de los profesionales».

De momento el Sergas alude siempre a que no están preparados los presupuestos del 2018 para no negociar estos itinerarios, algo que para los médicos significa que no hay intención de llegar a un acuerdo, «porque si no hay presupuestos no hay negociación, pero si no hay nada negociado nunca podrá asignarse un presupuesto», recuerdan.

Se van fuera o a la privada

La coalición sindical asegura que los médicos están abandonando el sistema público, a cuentagotas, y ponen ejemplo de los pediatras de atención primaria, «ya que no hay para hacer sustituciones porque se van a la privada o fuera, no porque no haya pediatras», explica Nuria González, de CESM. También lamentan la apertura de expedientes a médicos que trabajan en la pública y en la privada, y aseguran que la mayoría se archivan, pero obligan a pasar un mal trago al profesional afectado.