Pozas, Corbacho y Llovet disertan sobre el perfil tirador del Obradoiro
21 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A la espera de los internacionales Pustovyi, Pechacek y Bendzius, son tres los jugadores de la primera plantilla que estaban el pasado curso y que trabajan ya en la pretemporada del Obra: Pozas, Corbacho y Llovet. Un base, un alero y un pívot. A cada uno, desde su perspectiva, no le pasa inadvertido que el club ha configurado un plantel con mucha amenaza exterior.
Pozas se confiesa con más ganas que nunca tras una temporada muy azarosa, en la que las lesiones apenas dieron tregua al equipo. ¿Será el Obradoiro el que más tire de tres? El base tiene clara la filosofía: «No sé si será el que más tire de tres. Ojalá sea el que más mete de tres. La verdad es que tenemos muy buenos jugadores con esa capacidad. Esperemos que las estadísticas se resuelvan en la efectividad».
En principio, no prevé que buscar más el lanzamiento triple sea una dificultad añadida para los directores de juego: «Ya conocemos el sistema de Moncho. Tiene muchas situaciones para ellos. Lo único que te condiciona es jugar más o menos veces una jugada determinada, que al final acabe en triple o en balón interior. El base lo que tiene que saber es qué elegir en cada momento».
Alberto Corbacho también percibe la apuesta por la tipología «de jugador que abra el campo, que pueda tirar de tres». Está convencido de que «va a ser un arma importante». «Es interesante que se asuma esa faceta del triple y le demos importancia. Si hay que tirar de tres, a por ello y con total confianza», proclama.
Nacho Llovet encara su segundo año en el equipo y ya goza de predicamento en la grada: ««Me siento muy a gusto aquí. Notamos un montón el apoyo de la afición. El año pasado hubo buena conexión y esperamos que siga así». Asume la llegada de muchos jugadores con lanzamiento de larga distancia y está convencido de que generarán espacios para los pívots: ««Al final, nuestro sistema requiere tiradores. Tenemos mucho bloqueo indirecto y al final precisas gente que tire. Y si tienes esa amenaza exterior, normalmente, a partir de ahí se van a generar más opciones para nosotros en el interior. Si la gente tiene que estar pendiente de sacar una mano, de perseguir muy duro para que nuestros aleros no tiren con comodidad, porque realmente son una amenaza, al final habrá más agujeros para nosotros dentro. En nuestro sistema necesitamos eso. Obviamente, cuando hay amenaza exterior, la segunda parte de los tiros son los rebotes. En ese sentido, Nemanja también es un jugador grande. Artem es el más grande de la liga. Está Adam, que durante el año pasado dio un pasito adelante en su juego. Yo estoy ahí. Ben es más un alero que puede jugar al cuatro y también tiene esa amenaza exterior. Entre todos formamos un juego interior más polivalente, creo que bastante equilibrado».
Experiencia internacional
Llovet encara el nuevo curso con un punto de motivación añadida, tras estrenarse en una concentración del combinado nacional: «Sin duda, es un orgullo que te llamen. Es una señal de que están contentos con tu trabajo durante el año. Es como un empujoncito, ver que estás en el camino. Tuve mala suerte , porque en el calentamiento del primer partido me quedé pillado de la espalda y no pude jugar ni un minuto, en los dos encuentros, cuando había hecho toda la semana de entrenamiento y Sergio me había dicho que estaba contento. Tenía ganas de debutar. Pero no pudo ser, no quisimos forzar y aquí estamos, con ganas de seguir entrenando».
Pozas estuvo renqueante buena parte de la temporada, pero forzó en medio de la plaga de lesiones del equipo. Corbacho se lesionó en el minuto cuatro. Y Llovet en verano. Tardó en arrancar. Son las reflexiones de los tres jugadores que repiten y que suman más horas de vuelo en la ACB. Para que todo encaje, son muchos los factores que entran en juego. Pero, como recuerda Corbacho, hay uno esencial: «Ahora, esperar que estemos todos».