«Nuestra empresa mantuvo el empleo en el momento más duro de la crisis»

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El responsable de la compañía apuesta por consolidar un modelo que prime la calidad a la hora de prestar el servicio

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Representa a la tercera generación y todavía no había nacido cuando su abuelo y sus socios arrancaron en Santiago con tres estaciones de servicio: San Caetano, A Rocha y Pontepedriña. Ha transcurrido más de medio siglo y Pancho Negreira es el director general de una empresa que factura de 50 millones.

-Mucho habrán cambiado las cosas desde entonces...

-Sin duda. Me acuerdo cuando en nuestras gasolineras había incluso talleres de coches, algo impensable hoy. Se cambiaba la rueda, el aceite, los filtros, es decir, se hacía el mantenimiento. Luego con la gran distribución comercial de los coches, con los concesionarios, nos quedamos fuera de juego.

-¿Y después?

-Después llegaron las tiendas de conveniencia, con prensa, bebidas, cosas de picar, accesorios y recambios. Pero eran establecimientos con un producto caro. La gasolina representa un gasto importante para las familias y no nos sentíamos cómodos con ese formato, con precios altos.

-¿Qué es hoy Galuresa?

-Una sociedad anónima que tiene catorce estaciones de servicio en Galicia, y dos empresas de comercialización de gasoil a domicilio. Contamos con una plantilla de 115 trabajadores.

-¿Cómo les influyó la crisis?

- El combustible es un bien que tiene una demanda bastante inelástica, no tan influida por el precio como otros productos en la medida en que no podemos dejar de desplazarnos, aunque sí está vinculada a la actividad económica. Durante la crisis se redujeron los viajes de ocio, disminuyó el transporte de mercancías. Caímos lo que cayó el sector.

-¿Y eso es?

-Un 25 % relacionado con el descenso en el consumo de hidrocarburos, y otro 5 % que fue debido a la apertura de más estaciones de servicio.

-¿Eso os obligó a hacer algún ajuste?

-No, nosotros mantuvimos la plantilla en el momento más duro de la crisis. Somos una compañía familiar y nuestro capital humano es importante. Son 115 familias que dependían de nosotros. Somos una empresa con vocación de servicio. Intentamos tratar bien a las personas que trabajan con nosotros, porque es la forma de que la plantilla trate bien al cliente.

-¿Cómo se nota la recuperación?

-Todavía de forma muy lenta. El mercado solo ha recuperado un 2 % de lo que cayó. A este ritmo, necesitaría diez años.

-¿En qué medida han condicionado vuestra estrategia las gasolineras de bajo coste?

-Es un fenómeno legítimo y lógico, sobre todo en áreas que suponen un gasto importante, pero sobre todo extensible a otros sectores, no solo al nuestro. Nosotros tenemos otra forma de hacer las cosas.

-¿Bajando los precios?

- Regalando gasolina. A través de nuestra tarjeta de fidelización, además de descuentos directos en la gasolina, cuando compras productos en nuestros supermercados o lavas el coche te regalamos el 5% del importe en gasolina, y sin límite. Nadie lo hace en España. Tenemos más de 30.000 usuarios en el programa Boomerang y muchos no pagan nada por llenar su depósito. También nos diferenciamos en otras cosas.

-¿Por ejemplo?

- Por supuesto en la prestación del servicio, como limpiarte el parabrisas o ayudarte con la presión de las ruedas. Pero la gente debe saber que vendemos un producto exclusivo y diferente. Los combustibles tienen unos estándares mínimos que cumplir por ley, pero luego hay calidades que afectan a la limpieza del motor y la reducción de averías o a la reducción del consumo. Es como con la comida. Mucha es legal, pero no toda es igual de saludable.

-¿Las tiendas son una respuesta más a las low cost?

- No, es una evolución natural de nuestro negocio, de nuestra apuesta por innovar. No son tiendas, son supermercados de proximidad. Le planteamos esta idea a Gadisa, y desarrolló la franquicia Claudio Express. ¿Por qué funciona? Porque los clientes encuentran los mismos productos que en un supermercado, a igual precio, pero en horario de gasolinera, 365 días y en algunos casos 24 horas. Regalamos tiempo al poder hacer una compra rápida, y también gasolina.