Itzel, Quintela, valores

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa EL PERISCOPIO

SANTIAGO

31 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el movimiento se demuestra andando, el valor fragua actuando con autenticidad. La que rodea a dos nombres propios que están de actualidad por el fútbol sala y el Santiago Futsal, el de Itzel Cruz y el de Diego Quintela, que el domingo jugará por vez primera en Sar con otra camiseta.

Itzel Cruz tiene por delante un largo camino de recuperación tras el gravísimo accidente de tráfico que pudo costarle la vida. Lejos de los suyos y de su México natal, se sintió siempre arropada por el equipo, por el club y por el mundo del deporte. No solo por las camisetas de apoyo o los mensajes a través de las redes sociales. También en las distancias cortas, con las visitas al hospital. En todo momento tuvo a alguien a su lado, también en la UCI, cuando estaba inconsciente. Lo sabe, y lo resumió en su primera comparecencia pública tras el percance: «Han sido mi familia en las buenas y en las malas y eso no lo voy a olvidar nunca».

El domingo le espera otra muestra de cariño, cuando realice el saque de honor en el partido que enfrentará al Santiago Futsal y al Barcelona. Y en el equipo visitante llega otro protagonista de una historia de valores, Diego Quintela, cuya camiseta con el número 23 luce en el techo de Sar con todo merecimiento.

La última vez que la vistió fue el 22 de abril de 2016. Y a la conclusión del encuentro, después del izado, resumía su periplo en Sar, emocionado: «Cheguei con 16 anos, sen saber nada de fútbol sala. Con 24, son internacional e fichei por un dos mellores clubs do mundo. Iso so pasa aquí, se fichades polo Santiago Futsal. Sempre serei un de vós».

Nadie tendrá dudas al respecto. Porque cuando el club atravesaba su momento más delicado, con serio riesgo de desaparecer, desestimó una oferta del Inter. Eso son valores, y no buenas razones. Como lo son haber forzado para jugar en partidos clave y estar siempre en primera línea.

Historias como las que protagonizan Itzel y Quintela reconfortan, hablan de la mejor cara del deporte. Porque recuerdan que no vale todo, que el resultado no lo es todo.

También son valores los del político que se interesó y la visitó en más de una ocasión con discreción y sin publicidad.