«Es el año en el que hacemos menos puntos por posesión»

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

El técnico confía en que amaine el temporal de lesiones para navegar sin tantos obstáculos en la segunda vuelta

26 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la llegada de Moncho Fernández al banquillo de Sar, el Obradoiro nunca había atravesado un tramo tan accidentado, con la consiguiente inquietud que propicia ver al equipo en el vagón de cola.

-¿Está viviendo el momento más delicado desde que cogiese las riendas del equipo?

-No diría tanto. Si finalizase ahora la liga, por basketaverage estaríamos salvados. Quizás, como es el inmediato, el que nos toca vivir... Lógicamente, es un momento complejo. Pero no diría que más complejo que el que nos tocó el primer año, o cuando se marchó Muscala y se lesionó Oriol.

-Diría que el más difícil fue el de Valladolid, el primer año en ACB tras el ascenso.

-Posiblemente, por lo que nos obligaba. Lo que sí, este quizás está siendo el año más complicado de largo por las lesiones. Se han sucedido en el tiempo una detrás de otra. Ya no solo es el número de lesiones, sino a quiénes han afectado y qué tipo de lesiones. De todas formas, si llevásemos una o dos victorias más seguro que la perspectiva sería otra.

-Hay dos seguidores cuyas opiniones valoro especialmente. Uno dice que los números no mienten. El otro apostilla que no mienten, pero no siempre dicen toda la verdad. ¿Qué dicen los números en la primera vuelta?

-Que es el año en el que anotamos menos puntos por posesión, por ejemplo. Y que muchas veces tenemos el sambenito de ser el equipo que juega más largo, cuando los datos indican que en muchos partidos tenemos más posesiones que el rival. Pero el dato fundamental es el que decía, que es el año en el que menos puntos por posesión hacemos. Eso nos condena. Hace que partidos que en condiciones normales hubiésemos ganado, no los hayamos conseguido. Podían ser esas dos victorias que antes le apuntaba. Y también encajamos más puntos por posesión de lo que normalmente recibíamos.

-¿Qué parte de la verdad no cuentan los números?

-Que Alberto se lesionó en el minuto cuatro de la liga; que en las jornadas dos, tres, cuatro y cinco tienes que reconstruir prácticamente un equipo, porque no están tus dos escoltas titulares, aquellos en torno a los que giraba gran parte del juego ofensivo , por lo que debes meter otra gente en esa responsabilidad; no dicen cómo afectan a un equipo como el nuestro las bajas de jugadores importantes.

-La impresión es que este Obra es más vulnerable, que recibe más canastas fáciles y más triples. Y esto último no solo es cuestión de defensa, sino de rachas. San Miguel, que hizo 4/5, una semana antes había firmado 1/6.

-Muchas veces encajamos puntos en acciones que están bien defendidas. Pero lo cierto es que no hemos sido capaces de tener una línea constante durante toda la temporada, por un motivo o por otro. Quiero pensar que por las lesiones, porque hay un momento, en el que estamos todos juntos, en el que se nos escapa el partido de Gran Canaria aquí, de esos que perdemos uno de cada cien. Y luego ganamos dos. Ese es nuestro mejor momento, nuestro faro, porque el equipo está bien, compite, defiende y ataca. Y justo llega el parón y el mismo día se lesionan McConnell y Matulionis. ¿Cómo le explicas a la gente cuánto afecta? Porque no es solo su participación en el partido, es como trabajas durante la semana.

-¿Por dónde pasa la mejoría?

-Primero, por la normalidad. Si no es una cosa es otra. El otro día Whittington pisa a Fran Vázquez y se fastidia un tobillo. Somos optimistas, pero es otro hándicap. Espero que tengamos normalidad de aquí al final para trabajar. Que seamos capaces de encontrar la regularidad defensiva que hemos demostrado en determinados momentos. Pero, sobre todo, que seamos capaces de transformar nuestro número de posesiones en más puntos.

-No lo recuerdo pidiendo fichajes. Y cualquier club está obligado a vivir muy pendiente del mercado. ¿Piensa en fichar? ¿Cómo gestiona el entrenador esa tesitura?

-Como lo hemos hecho siempre. Nada cambia. Las decisiones son colectivas. Somos un equipo dentro y fuera de la pista. No es una frase hecha. Tenemos un director deportivo que maneja unos recursos a los cuales tiene acceso el consejo de administración. Hay un área deportiva en la que estamos los técnicos del club. Todos trabajamos todos los días en lo que puede ser el futuro del equipo y el presente. ¿Podemos mejorar el equipo, económicamente es posible y debemos hacerlo? Si se dan las circunstancias, habría que estudiarlo, como hacemos siempre. Tienen que darse muchas cosas: existir el jugador que te mejore, la capacidad económica para traerlo, etcétera. ¿Que si podemos reforzar el equipo de aquí al final, lo intentaremos? Seguro.

-Con la que cae, la afición no flaquea. Expresó con tibieza su malestar en el partido ante el Fuenlabrada, un toque de atención en un día aciago. Estuvo impecable ante el Tenerife. ¿Es el gran activo del Obradoiro?

-La afición pide muy poco. Siempre digo lo mismo. Los que protestan y se quejan es porque están allí y han pagado una entrada o un abono. Eso lo primero. Que alguien demuestre su malestar, me parece normal. El último día la gente estaba volcadísima. Siempre les digo a los jugadores que la gente pide muy poco para meterse en el partido. Y, además, somos nosotros los que estamos obligados a meter a la gente en el partido. Es muy sencillo. En el momento que peleas, que luchas, que te tiras en busca de un balón, que cortas una línea de pase, sabes que la gente es incondicional. Nos mataría no sentir el calor de la grada. Pero eso es algo que casi tenemos por decreto ley, porque la gente nos quiere, nos apoya.

-Si le pregunto por los árbitros, ¿pierdo el tiempo?

-Sí, porque, pese a que en ocasiones creo que se han equivocado, siempre veo que si hubiéramos hecho determinadas cosas mejor podíamos haber ganado.

-¿La última jugada ante el Tenerife estaba diseñada tal cual se ejecutó?

-Acabó como acabó y ya está, como otros días acaban en canasta. Si le respondo, le estoy dando una importancia a esa jugada, que la tiene, porque es la última, pero no más que las tres anteriores defensas, por ejemplo, que fueron muy malas.

-¿Hay alguna pregunta que se haría a sí mismo?

-Sí, si lo vamos a conseguir. Y, sí, lo vamos a conseguir.

-Amén.