El Obradoiro comienza sexto de ACB

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

sandra alonso

Los virus y las lesiones complican el estreno de curso ante el potente Baskonia de Bargnani

01 oct 2016 . Actualizado a las 16:30 h.

Sar sube el telón de la Liga Endesa esta tarde, a las 20 horas, tras más de cuatro meses desde la última vez que sonase el Miudiño. El Obradoiro arranca su sexto curso seguido en la ACB y lo hace con un partido de órdago a la grande, con la visita de un Baskonia que ha articulado su nuevo y renovado proyecto alrededor de un número uno en el draft de la NBA: Andrea Bargnani.

El pívot italiano, que se perdió buena parte del trabajo de pretemporada, pudo participar en el último amistoso de su equipo, esta misma semana, y ha entrado en la convocatoria. El base Beaubois, en cambio, no se ha recuperado a tiempo de una rotura fibrilar y es baja.

Más sombrío se presenta el panorama para Moncho Fernández. Da por descartado a Nacho Llovet «al 99 %». El pívot arrastra una contusión agravada por una rotura fibrilar. Pepe Pozas, con un esguince de tobillo, forzará para jugar. Y una afección vírica tiene con el cartel de dudas a McConnell, Pustovyi y, especialmente, a Pechacek, que tuvo que pasar por el hospital. Con los disponibles, y en las condiciones que estén, garantiza que se verá un Obradoiro basado en el colectivo, el esfuerzo y la honradez.

En el banquillo del Baskonia se estrena Sito Alonso. Y el mayor cambio en la configuración del nuevo proyecto vasco se centra en la demarcación de base. No siguen ni Adams ni James, dos directores de juego que se caracterizaban por su peso anotador en el equipo. Y aterrizan Larkin (con vitola NBA), Beaubois (baja esta tarde, también con pasado NBA) y el exobradoirista Rafa Luz, que regresa a Sar como visitante. En la antesala del encuentro, Moncho Fernández también llamó la atención sobre el pívot alemán Voigtmann y, en líneas generales, respecto al poderío físico del plantel.

No se olvidó el Alquimista de Pontepedriña de Sito Alonso, «que tiene un estilo de juego muy particular y reconocible, y que lo está intentando aplicar muy bien». Ese sello se nota especialmente en «el manejo de los ritmos de juego. Es un equipo que maneja muy bien cuándo correr, cuándo parar, cómo jugar los últimos catorce segundos de las posesiones, con muchas acciones de trucos, aclarados y puertas atrás, aparte de lo que generan con el pick and roll, salidas bloqueadas, el juego sin balón cuando pasan dentro...».

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