Buenas tijeras juntan buenos problemas

SANTIAGO

01 mar 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Dios los cría y ellos se juntan. Es una tendencia natural de no poca gente de inclinaciones aviesas, juntarse cuando comparten ideas y caracteres. Pero a veces Dios se aparta y son los políticos los que crean problemas y estos se juntan. Y en los medios a menudo figuran adosados. Por ejemplo, pongamos delante la página reciente del miércoles 24 de febrero. «Los universitarios que reclaman más docentes suman los paros a los encierros en las facultades», reza un titular. «Levantan acta de la saturación de las urgencias del CHUS», reza otro, aunque más vale que lo hagan los afectados. Sobre todo si van con una pierna colgando a punto de desprenderse. Lo que dice la noticia es que el Hospital no debe tener suficientes almacenes y utiliza los pasillos para esa función. Solo que almacenan seres humanos y ayes. Pero bueno, si no hay otros sitios,...

No es el cuadro más lindo que uno puede ver pintado en los servicios de urgencias, aunque siempre puede ser una fuente de inspiración para un buen óleo tenebrista. Pero no es lo que desea la población doliente, que prefiere más luz que sombra en la sanidad pública. Es una noticia sobre urgencias, pero podría ser de otras secciones sanitarias.

La noticia de al lado, la de los universitarios reivindicativos, se refiere a los alumnos que protestan por la carencia de profesores. Son conscientes de que la cojera docente les encamina a la cojera profesional. Y eso les ha llevado a desempolvar sus sacos de dormir para pernoctar en las facultades. Es lo que refleja la noticia, pero podría ser otro el argumento educativo lastimoso. En los aularios gallegos y compostelanos hay mucho donde elegir.

El hilo conductor en ambas noticias, situadas en la misma página, es el mismo: los recortes. Las políticas tendentes a hurtarle dinero a la educación y a la sanidad pueden proporcionarle más solidez a unas cuentas presupuestarias, pero una palidez terrible a una sociedad que camina con pies de barro. No hace falta que salgan de Santiago para que vean ristras de rostros juveniles amargados, sin horizontes, y de pacientes avinagrados, con horizontes lejanos. Y música de Salter.

Uno augura que noticias de este tipo van a confluir en los arsenales informativos durante bastante tiempo, el que dure la política de agujerear los fondos de la sanidad y la educación, sin necesidad de disimular como el pícaro Lazarillo, para facilitar las dietas de adelgazamiento prescritas por unos austeros cerebros.

Por curiosidad, ¿qué completa la página del miércoles 24? Pues otra noticia sanitaria y una sobre el Día da Muller. Si los problemas sociales reflejados son serios, más serios son aún si llevan faldas. Hay un tiempo desde hoy hasta el día 13, en que concluyen los actos por el Día da Muller, para meditarlo. Y el año para actuar.