Incendio PSOE-CA con la mecha del PP

SANTIAGO

10 dic 2015 . Actualizado a las 14:09 h.

Es curioso. El Partido Popular llegó al pleno municipal, lanzó una propuesta y consiguió abollar las relaciones entre socialistas y el gobierno de Compostela Aberta, si no las rompió. Muy maltrecho ha quedado ese escenario PSOE-CA, porque es poco creíble que las acusaciones que se intercambiaron les entren a ambos por un oído, les salgan por el otro y pelillos a la mar. Eso deja secuelas.

Lo cierto es que la participación de los grupos en Incolsa, Tussa y Auditorio fue algo que se estableció, como es obvio, en el inicio de mandato para hacer efectiva la organización del Ayuntamiento y de las entidades instrumentales. Fue al pleno tras viajar antes a la Xunta de Goberno y todo quedó acordado y aprobado.

Meses después el acuerdo se convierte en disenso, con una bifurcación dialéctica: la del equipo de gobierno y la de la oposición. ¿Estaba incluida la alcaldía en el marco de los acuerdos de representación de Tussa e Incolsa como sugieren el PP o el PSOE, o es un ente por encima de ese marco como resalta CA? Es decir, ¿dos y el alcalde o dos con el alcalde? ¿El presidente innato es el regidor o es Martiño Noriega?

Todas estas dudas han nacido cuando el voto del alcalde movió de su silla a la gerente de Incolsa, y los ediles del PP se percataron de que ahí había un voto imprevisto y muy efectivo. Y decidió redactar una moción y remitirla al pleno. Lo curioso es que haya llegado a la corporación municipal y no al consejo de administración de las sociedades. Paco Reyes dice que esta iniciativa él la plantearía en Incolsa o Tussa y no en el pleno, pero que el PP ha preferido hacerlo en el salón de Raxoi y allá los populares con su libre albedrío. Pero secundó la propuesta popular e incendió Roma.

El alcalde apela al marco legal que dice ampararle. Y PP y PSOE niegan ese amparo: lo que se vota en el pleno va a misa. Habrán de ser los servicios jurídicos quienes desenmarañen formalmente el misterio litúrgico, en donde el vino se convierte en sangre, pero no hace falta llegar a esos extremos. La sombra de la moción de censura ha reaparecido merced a la tercera iniciativa de cierto calibre de PP y PSOE que deja en la estacada a CA. La lanzó a título de sugerencia el propio Martiño Noriega para dar a entender que hay un poder «poco práctico» en la sombra que puede ejercerse con trece votos a la luz pública.

Si existe una cordialidad política entre PP y PSOE, lo sabrán ambos partidos, pero CA ha de entender que no puede acudir a un pleno ordinario con un solo punto de su cosecha y el resto propuestas de sus «antipáticos» vecinos. Es lo que sucedió en la sesión del lunes. ¿Moción de censura? Solo con que Reyes la insinuase en su partido lo correrían a gorrazos.