Casi todas las salas de la ciudad asumen más trabajo que el tope que marca el Poder Judicial
SANTIAGO
Los de lo Social son actualmente los juzgados más colapsados de Santiago, pero los de lo Contencioso-Administrativo también están al límite de su capacidad y no son los únicos, ya que casi todas las salas de la ciudad superan la carga de trabajo que marca como tope el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En el caso de los de lo Contencioso, en Santiago hay dos salas de esta jurisdicción en las que en el 2013 ingresaron un total de 1.499 asuntos, lo que supone una media por órgano de 749,5 casos, cuando la carga de trabajo óptima debe rondar los 670 asuntos y jamás superar los 800, cifra a la que se aproximan.
La implantación de las tasas judiciales por parte del anterior ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, hizo que disminuyeran los ciudadanos que reclamaban sus derechos porque tenían que pagar por ello, lo que tuvo como efecto que hubiese menos carga de trabajo en salas como las de lo Contencioso. En Santiago, además, se concedió un juez de apoyo a media jornada, lo que ha aliviado algo el colapso en este último año. No obstante, una vez que el PP ha dado marcha atrás y ha abolido las tasas, todo apunta a que la situación volverá a complicarse. Por estadística, Compostela precisa un tercer juzgado o, cuando menos, que el juez sustituto pase a trabajar a jornada completa.
Los cinco juzgados de primera instancia recibieron en el 2013 3.981 nuevos asuntos, una media de 796, nuevamente por encima de los módulos que estipula el CGPJ, lo mismo sucede en la única sala de Familia, que tuvo ese mismo año 2.379 nuevos casos.
Jurisdicción Penal
En la jurisdicción Penal, los tres juzgados de Instrucción que existen recibieron 22.476 nuevos asuntos en el 2013, una media de 7.492 -para este caso los módulos son diferentes y oscilan entre los 6.700 y los 8.000 asuntos-. Mientras que los juzgados de lo Penal, de los que hay dos en Santiago, tuvieron en el 2013 un total de 599 ingresos de nuevos asuntos, lo que hace que la media se sitúe en los 300.
En todos los casos, los juzgados compostelanos muestran una elevada carga de trabajo, aunque la prioridad hay que situarla en los de lo Social y los de lo Contencioso-Administrativo. En estas jurisdicciones urge la creación de dos nuevas salas.
En lo que respecta a Social, contar con un cuarto juzgado no supondría más que equiparar a Santiago con ciudades como Ourense y Pontevedra, que en ambos casos cuentan con cuatro. En la lista de necesidades judiciales de la ciudad habría también que añadir una segunda sección de la Audiencia Provincial, para poder especializarla en asuntos civiles.