Isabel Couso se queda con su local

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

La jueza de Arzúa paró la subasta del bajo de la vecina de Melide, hipotecado por la constructora a la que se lo compró

18 dic 2014 . Actualizado a las 10:35 h.

Isabel Couso respira un poco más tranquila. La campaña de protesta que emprendió esta vecina de Melide -huelga de hambre, incluida- para evitar la subasta del bajo que acondicionó como local de hostelería en la localidad surtió efecto. La ejecución hipotecaria, prevista para ayer, ha sido suspendida por la titular del juzgado de instrucción número uno de Arzúa, adonde, acompañada por familiares y amigos, se desplazó Isabel dispuesta a encadenarse a las puertas de las sede judicial para frenar la subasta.

No fue necesario, ni mucho menos. Pasados unos cinco minutos de las diez de la mañana, hora prevista para el inicio de la puja, el abogado de Isabel, que denunció por estafa e insolvencia punible a los socios de la constructora melidense Martínez Cordido por haber hipotecado el bajo pese a haber cobrado por él los más 258.000 euros que costaba, le comunicaba la suspensión. Nada más conocer la noticia, la afectada manifestó no estar del todo satisfecha «hasta que esto se resuelva». Explicó, al respecto, que «nunca tendría que haber estado aquí porque no le debo nada a nadie; entonces, lo que quiero es que el banco arregle con quien recibió los préstamos». Por eso, «es una alegría temporal», afirmó, que se haya suspendido la subasta y clamó justicia «porque ya hace muchos años que tengo mi local pagado y que es de mi propiedad».

Isabel Couso mantiene haber sido víctima de un engaño en el que la sociedad inmobiliaria actuó en connivencia con la entidad bancaria en la que se le hipotecó el bajo, el Banco Pastor, y hasta con la notaría. «Este señor -afirmó en alusión a uno de los socios de Martínez Cordido- aprovechó que yo tenía un tumor y podía morir para alargar el trámite de escriturar y, así, estafarme hipotecando mi local», contó la mujer, convencida de que «fue así» y de que «el banco estaba de acuerdo y la señora notaria también». Sobre su versión y a raíz de la denuncias que interpuso contra Martínez Cordido, esta vecina de Melide pide que arroje luz la autoridad judicial porque «estos señores son unos ladrones», acusó a los socios de la constructora, para los que pide prisión preventiva porque, al igual que ella, «hay más de cien afectados en todos los conceptos de estafa», aseguró.