El Concello estudiará el carril bici y dice que en 25 años no se hizo nada

M. Mosteiro / m. r. mARTÍ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Los ciclistas conviven con dificultades con los coches en el casco urbano y accesos de Santiago.
Los ciclistas conviven con dificultades con los coches en el casco urbano y accesos de Santiago. e. alonso< / span>

Santiago tiene 700 metros, mientras otras urbes ofrecen decenas de kilómetros

03 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los 700 metros de carril bici repartidos entre dos calles de Fontiñas (Berlín y Roma), que ni siquiera están unidas entre sí, es lo mismo que nada. Su uso se limita al paso esporádico de algún ciclista dispuesto a someterse al riesgo de cruzar Concheiros para seguir su travesía a golpe de pedal. Santiago, frente a otras ciudades gallegas, incluso localidades costeras más pequeñas, carece de la infraestructura recomendada por el Plan de Movilidad Alternativa promovido, por cierto, por Agustín Hernández, ahora alcalde de Santiago y en aquel momento conselleiro de Infraestruturas. Precisamente, fuentes de su gabinete reconocieron que el carril bici disponible en Santiago es «insuficiente», si bien martizan que se trata de un asunto del que «nada se ha programado ni se ha avanzado. No se ha hecho nada en 25 años».

Ahora el gobierno de Hernández se muesta receptivo para corregir este déficit, para lo que considera que deberá hacerse un trabajo de campo para localizar las mejores zonas y lugares para ubicar un espacio reservado a ciclistas. La idea es que no sea solo para pasear, sino que permita el uso de la bicicleta para desplazamientos por razones laborales u otras de movilidad.

Iniciativas olvidadas

Fuentes municipales aseguraron que en los cajones de Raxoi no hay ningún trabajo, proyecto o propuesta sobre un carril bici, por lo que es de suponer que la iniciativa presentada por los representantes vecinales dentro del Consello de Relacións Veciñais en el 2009 terminó en el reciclaje. La idea, elogiada por el Colegio de Arquitectos, proponía una ruta que unía Salgueiriños con Castiñeiriño y Conxo por las zonas verdes, y con un coste mínimo. Otro proyecto, presentado en septiembre del 2001 por el entonces alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, corrió la misma suerte. Era un boceto del primer carril bici y sendero de peatones que uniría los 21 parques de la ciudad y el campus. Iba a tener entre 15 y 16 kilómetros y el coste era de 300.000 euros, que se financiaría con cargo a las anualidades del 2002 y 2003. Otros anuncios que quedaron en nada fueron el carril bici de la Residencia, propuesto en el 2009, y el deseo de Fomento de reservar un espacio en la remodelación del Hórreo.