Tapia y Chaián son la alternativa al mar para un chapuzón relajante
15 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Santiago puede estar orgullosa de ser una de las pocas ciudades tierra adentro, si no la única, que tiene su propia playa: la de Compostela. Eso sí, aunque a tiro de piedra de la capital en tren o por carretera, en las aguas arousanas de Vilagarcía. La multitud de oferta playera es múltiple a apenas media hora de la capital de Galicia, pero quienes quieran gozar de un baño refrescante con poco que envidiar al mar -salvo las olas-, tienen a un paso del centro de la ciudad dos posibilidades en el Tambre capaces de satisfacer al personal más agobiado por el calor o el estrés urbano, o ambas cosas a la vez: Tapia, en Ames; y Chaián, en el límite entre Santiago y Trazo.
Ambas playas fluviales ofrecen un encanto natural fuera de toda duda y completos servicios. Especial mención respecto a dotaciones merece el área de Tapia, por reunir diferentes alternativas para todas las edades, incluyendo la piscina para seguridad, sobre todo, de los más pequeños. Los servicios hosteleros complementan unas instalaciones muy recomendables hoy, cuando en Santiago se alcanzarán los 26 grados.
Con menos servicios públicos que Tapia, Chaián tiene otras ventajas: un entorno natural más salvaje -poco césped, más bosque- precisamente por disponer de menos equipamientos y menos bañistas. En ambos casos, relax y naturaleza para disfrutar una jornada como la de hoy.