La nave de A Almáciga sustituirá a los locales de ensayo de San Lázaro

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En los actuales locales de San Lázaro no hay espacio ni horario para nuevos grupos musicales.
En los actuales locales de San Lázaro no hay espacio ni horario para nuevos grupos musicales. Xoán a. soler< / span>

Su construcción se volverá a licitar tras la quiebra de la adjudicataria

21 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La nave de Xuventude que se construirá junto al actual centro social de A Almáciga, en la parte trasera del colegio Apóstolo Santiago, sustituirá a los locales de ensayo habilitados en los bajos del campo de fútbol de San Lázaro desde hace varios años. Cuando la nueva instalación de A Almáciga esté en marcha, los de San Lázaro se cerrarán, según confirmó la concejala de Xuventude, Rebeca Domínguez. Con el cambio, los grupos musicales no solo ganarán espacio sino que también verán mejoradas las condiciones de sonido.

En el nuevo edificio se contará con tres salas de ensayo (una más que en San Lázaro) y un salón de actos de 120 metros cuadrados. En una de las salas de ensayo se instalará un estudio, que facilitará la grabación de maquetas musicales. Este servicio no está disponible tampoco en la actualidad en San Lázaro. El salón de actos no solo será utilizado para ofrecer conciertos, sino también representaciones teatrales y otras actividades para jóvenes, con el fin de que el centro se convierta en un «punto de encontro para os xóvenes», explicó Rebeca Domínguez.

La nueva instalación, si se cumplen los plazos, podría estar operativa antes de fin de año. La intención del departamento de Domínguez es sacar a licitación por segunda vez el proyecto en las próximas semanas, con un presupuesto de 221.540,21 euros. Rebeca Domínguez explicó que la empresa Pedras Sigrás, que había resultado adjudicataria en la anterior licitación, entró en concurso de acreedores. La resolución del contrato se retrasó, ya que fue necesario esperar a que se terminara la obra del catalizador cultural de Belvís, cuya obra fue ejecutada por la misma empresa.

Este no fue el único escollo que tuvo que superar este edificio. También fue necesario lograr la desafectación del terreno, que pertenecía al colegio Apóstolo Santiago y que se desbloqueó hace unos meses.