Santiago recupera la tranquilidad de agosto tras once días de fiestas
01 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Apenas transcurridos once días del pregón de Moncho Fernández que invitaba a todos los compostelanos a disfrutar del jolgorio y a echarse a las calles para celebrar las fiestas patronales y, cuando todavía quedaban vecinos que continuaban maravillándose al recrear mentalmente la aplaudida puesta en escena de la noche del día 24 en el Obradoiro, el olor a pólvora quemada volvió a adentrarse en la pituitaria dando a entender que el Apóstol 2012 ya es historia.
Durante poco más de un cuarto de hora miles de personas amontonadas en las escaleras del Campus Vida y sus alrededores volvieron su vista hacia el cielo esperando que algún milagro detuviese el tiempo en ese preciso instante mágico en el que los fuegos artificiales explotan en la oscuridad de la noche y que por intuirse perecedero siempre sabe mejor. Pero el dicho de que todo lo bueno se acaba sigue en vigor y los vecinos de la ciudad no pudieron hacer otra cosa que conformarse con disfrutar del momento de luz y sonido. La empresa GPD fue la encargada de volver a dejar un buen sabor de boca entre el público y pese a los recortes sufridos en el presupuesto destinado a los festejos consiguió cerrar el cartel de las fiestas con un espectáculo digno de sus hermanos mayores, los fuegos del 24, aunque algo cortos de tiempo, según algunos de los que se acercaron a la Alameda y al casco histórico a saborearlos. Para ello se ayudaron de los sistemas tecnológicos más avanzados y pioneros del mercado pirotécnico, que hicieron brillar decenas de fuegos por minuto en la noche santiaguesa, llena de material volátil del que fueron surgiendo las siempre efectivas palmeras que parecían querer abrazar bajo sus destellos a toda la ciudad.
Elegancia y fuerza
El espectáculo comenzó con más elegancia que fuerza, pero a medida que pasaban los minutos fue adquiriendo mayor potencia para acabar con las grandes tracas que anunciaban el fin de las fiestas. Pero aunque llegó el final, cientos de personas se quedaron por las calles disfrutando, en muchos casos, de las primeras horas de vacaciones en agosto.
La actividad social compostelana caerá dramáticamente a partir de hoy, como suele ser habitual, y aunque se han programado algunos actos callejeros la ciudad podrá resarcirse a finales de agosto con la actuación de Tom Jones, el plato fuerte de estas fiestas, que tuvo que suspender su actuación por motivos de salud.
Apóstolo 2012 la traca final