El Circo del Sol trae su «Alegría» a Santiago

IVANNIA SALAZAR

SANTIAGO

A partir del próximo miércoles y hasta el domingo, los espectadores podrán disfrutar de una puesta en escena de dos horas y media de duración, tan llena de fantasía que dejará a todos con la sensación de haber vivido un sueño.

02 dic 2011 . Actualizado a las 18:02 h.

Hace solo un año, 35.000 espectadores disfrutaron del primer espectáculo que el Circo del Sol presentaba en Galicia, concretamente en Santiago de Compostela. Estaban previstas siete representaciones de Saltimbanco, pero al final hubo que ofrecer dos más debido a la intensa demanda. Ante tal éxito, no era raro que uno de los circos más famosos del mundo volviera para traer más de su Alegría, nombre del espectáculo que presentarán a partir del próximo miércoles 7, y hasta el domingo 11, en el Multiusos Fontes do Sar.

Creado en 1994, Alegría es uno de los clásicos de la compañía canadiense. Muchos lo reconocen además por su banda sonora, la más conocida de todos sus espectáculos y la que más vende. Tras estrenarse en Montreal, en el 2009 emprendió una nueva aventura presentándose en diferentes ciudades de Estados Unidos y Canadá, antes de dar el salto a otros países. Bautizado con una palabra en castellano que, según la portavoz del espectáculo, Genevieve Laurendeau, «busca ser evocadora e inspiradora al mismo tiempo», el espectáculo cuenta con un elenco de 55 personas, entre acróbatas, músicos, bailarines y otros artistas, procedentes de 15 países. Dos de ellos, ambos payasos, son españoles.

El espectáculo, de dos horas y treinta minutos de duración, empieza a introducir al público en un ambiente mágico y nostálgico a la vez con una iluminación en tonos otoñales diseñada para parecer un salón de baile de una corte del siglo XVII. Toda la función tiene un estilo barroco y operístico que incluye pomposos disfraces y una música de composición propia cuyo principal atractivo es que es tocada en directo, y que se mueve entre el tango, el pop, el klezmer -la música tradicional de los judíos de Europa oriental- y el jazz.

Evocar emociones

Si el objetivo del Circo del Sol, tal y como lo describe su portavoz, es «invocar la imaginación, provocar los sentidos y evocar las más profundas emociones de la gente», lo logran y con creces. Mientras que algunos de los actos de Alegría dejarán a los espectadores con la boca abierta, otros provocarán reminiscencias de la infancia. El talento, la agilidad, la fuerza y la flexibilidad se combinan en las actuaciones de unos personajes que parecen salidos de un cuento. Así, es posible maravillarse con las acrobacias en trapecios de doce metros de altura, de contorsionistas manejando sus elásticos cuerpos para revivir un antiguo arte mongol y hombres que sin miedo manejan cuchillos en llamas mientras bailan la Danza del Fuego.

Esta es la primera vez que Alegría, «una oda barroca a la energía, la gracia y el poder de la juventud», se presenta en España. La gira comenzó ayer en Málaga, y pasará por otras ciudades como Zaragoza y Bilbao. Es uno de los 22 espectáculos distintos que tienen actualmente funcionando alrededor del mundo.

Según Laurendeau, «la respuesta del público en España siempre ha sido muy fuerte, excepcional». Y el universo mágico, más bien onírico, de Alegría, seguro que no será la excepción.