Cacheiras, y más concretamente la zona cercana a Montouto, fue el lugar elegido en la madrugada de ayer para llevar a cabo dos robos en establecimientos hosteleros, aunque los ladrones solo pudieron entrar en uno de ellos.
En el local asaltado, la cafetería Maradentro, consiguieron entrar por una de las ventanas que da acceso a una sala habilitada como almacén y desde ella llegaron sin problemas hasta la zona en la que estaba la caja registradora. En el otro caso, el bar Vabel, lo único que pudieron hacer los ladrones fue es romper parcialmente uno de los cristales de la fachada del local, sin que ello les permitiese entrar.
Ambos incidentes se produjeron en las primeras horas de la madrugada y sin que nadie en la zona se percatase de lo ocurrido, pese a que los dos locales se ubican junto a la travesía de Cacheiras en una de las zonas con mayor densidad urbanística de Teo.
En el bar Maradentro los ladrones vaciaron la caja registradora en la que solamente había unos 550 euros. Buena parte de este importe eran monedas y escasos billetes de cinco, diez y veinte euros, ya que este es la cuantía que quedó en el local para tener cambio desde primera hora de la mañana.
Los ladrones completaron su botín al conseguir también la recaudación de una tragaperras del local. A las cantidades sustraídas hay que añadir los importantes daños de la máquina, que quedó completamente destrozada. Algo similar ocurrió con la caja registradora, ya que los ladrones se llevaron parte de ella y el propietario tendrá que compara una nueva.
El suceso pasó desapercibido hasta las cinco y media de la mañana, momento en el que la persona encargada de la limpieza del local se dio cuenta de los destrozos. La mujer avisó de lo ocurrido y optó por esperar fuera del establecimiento ante el temor de que hubiese alguien dentro.
Poco después llegaron al lugar miembros de la Guardia Civil del puesto de Milladoiro y el propietario del establecimiento, que confirmó que el local tenía unas medidas de seguridad que resultaron insuficientes para impedir el robo. En cualquier caso, el sistema de grabación por infrarrojos constató la presencia de cuatro personas, tres en el interior y una cuarta vigilando la carretera. Este mismo sistema permitió identificar el pasado 28 de abril a otro caco que también accedió a su establecimiento para llevarse en aquella ocasión unos 1.200 euros. Pero en ninguna de las dos ocasiones saltó la alarma.
La Guardia Civil analiza esta grabación para buscar pruebas que identifiquen a los ladrones.