La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) cree que hay un «elemento» en la asociación de equipos de fórmula 1 (FOTA) que no quiere llegar a un acuerdo para solucionar la disputa en torno al futuro de la competición.
La reunión relámpago del jueves entre ambos organismos, justo un día antes del anuncio de los equipos inscritos para el 2010, fue calificada por la FIA de «muy constructiva». Por eso el organismo internacional se mostró sorprendido cuando escuchó que equipos no presentes en la reunión en Londres aseguraron que el encuentro fue una «pérdida de tiempo» .
El ente rector se reunió con Ross Brawn (BrawnGP), Stefano Domenicali (Ferrari), Christian Horner (Red Bull), John Howett (Toyota) y Simone Perillo.
La FOTA decidió no comentar el comunicado de la FIA, y no quiso entrar en un intercambio de mensajes que «crean confusión y no ayudan a crear un entorno positivo para lograr futuros diálogos», dijo un portavoz de la asociación.
La guerra de la fórmula 1, que dura ya tres meses, radica fundamentalmente en el nuevo reglamento del 2010 y en el límite voluntario de presupuesto de los equipos, fijado en 45 millones de euros.