Ordes tiene mil discapacitados, de acuerdo con las certificaciones legales expedidas por la Xunta. Así que ayer el Concello celebró el Día de la Discapacidad con una serie de actividades en las que, abiertamente, apostó por la plena integración sociolaboral de sus vecinos disminuidos.
Para la concejala de este sector, Silvia Marín, las actividades desarrolladas ayer «son o inicio dunha colaboración continua porque queremos que non só hoxe sexa o día mundial, queremos tamén que o sexan os outros 364 días do ano para que todos teñamos as mesmas oportunidades».
Durante un acto de homenaje celebrado en la Casa da Cultura en el que participaron medio centenar de personas, el alcalde Manuel Regos constató que «a discapacidade é unha realidade humana que moitas veces esquecemos».
Regos aseguró a las organizaciones del sector -Cogami, Fademga y Adiscordes- que «estamos do voso lado, queremos eliminar barreiras e axudarvos a que teñades unha integración sociolaboral plena».
El alcalde ordense constató que «todos somos vulnerables e podemos contraer unha discapacidade en calquera momento da nosa vida». La concejala Silvia Marín resaltó la necesidad de una oficina integral de la incapacidad con el objetivo de facilitar la accesibilidad a los servicios e incrementar las ayudas de acuerdo con las necesidades de cada persona.
La eliminación de barreras arquitectónicas en las principales calles de la villa constituye el primer y principal objetivo municipal. El acto de la Casa da Cultura remató con la lectura del manifiesto Por un mundo sen barreiras, que leyó Francisco Viqueira, en representación de las asociaciones presentes, en concreto Cogami (David Silva), el orientador laboral de Fademga José Manuel Fernández y el presidente de Adiscordes, Antonio Morán.
Según el regidor, «un discapacitado non sempre nace, senón que moitas veces a súa discapacidade é consecuencia dunha enfermidade ou dun accidente de tráfico», por lo que se mostró proclive a eliminar barreras arquitectónicas y facilitar la accesibilidad.