Olympus vuelve a conquistar Negreira

Emilio Forján

SANTIAGO

Ni el agua ni el frío pudieron con los músicos de la orquesta y con una legión de miles de incondicionales que llegaron incluso de fuera de la comunidad gallega

02 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los componentes de la orquesta Olympus comprobaron una vez más aquello de que la mente domina al cuerpo. En la festividad del día de Santos, no solo superaron su propio récord actuando más de 24 horas seguidas sin descanso, sino que tuvieron que hacerle frente a unas condiciones todavía más duras que las del pasado año. Lluvia y frío se aliaron contra Olympus y sus miles de incondicionales llegados de toda Galicia y de distintas zonas de Asturias o León.

A las cero horas del sábado se levantaba por última vez esta temporada el telón de los dioses del Olimpo. Unas tres mil personas abarrotaban la plaza de Negreira, bajo una gran expectación en el ambiente, y la sensación de estar iniciando otra experiencia única, de esas que te marcan para toda la vida.

Y es que por delante quedaba un día entero para vivir y disfrutar de momentos inimaginables como hace exactamente un año. Sonó el primer tema y entonces Peke Moreira hizo estallar de jubilo a las miles de personas concentradas en la plaza: «¿A ver qué orquesta de Galicia é capaz de actuar 24 horas seguidas?».

En la madrugada entraron a escena los primeros artistas invitados como Toñito de Poi e Rasa Loba, el grupo de rock local Kaña D´herbas, el grupo Hit, el dúo Hevel y Rayel, y una sesión discotequera con Dj Sonic y Dj Xila. A partir de ahí, el momento más difícil para los catorce componentes de Olympus: la apertura de la luz del día, tal y como reconocía Lucky: «Fue lo más fuerte, porque son muchas horas seguidas». El solista canario -con rostro de agotamiento acumulado-, reconocía sentirse «bastante cansado» sobre las cuatro y media de la tarde de ayer. «Tengo la voz ronca. Voy con un poquito más de cuidado porque quizás entré con mucha fuerza al principio».

Entre los músicos de Olympus empezaba a hacer mella el trabajo a media tarde. Felipe, saxofonista, y uno de sus miembros más veteranos señalaba que «o peor é o frío, porque xa empezo a estar algo brandete». Al que no parecía pasarle factura tantas horas sobre el escenario era a Yanko, encargado de la percusión: «Esperaba estar más cansado. Es una auténtica prueba de resistencia, pero aprendí una vez más que el cuerpo aguanta mucho», sentenciaba.

Si algo caracteriza a Olympus sobre otras orquestas es la entrega de sus miembros, lo cual es recíproco por parte de sus fans más incondicionales que no se despegaron de sus ídolos, ni siquiera para echar una cabezadita durante más de veinticuatro horas. Fue el caso de Chus Iglesias, de Noia, para quien todo «é demasiado espectacular como para non perdernos detalle da súa actuación». El coche en el que se desplazaron hasta Negreira, comenta, «parece unha despensa porque temos de todo».

Fátima Regueiro es de Arca (O Pino), y se apunta a todo lo que tenga que ver con Olympus: «Se podo acudo a velos sempre, desde hai dous anos». Pero entre seguidoras y seguidores, también los hay de Negreira. Allí estaban Iría Pais o Tania Trillo, quienes a pesar de tener la casa al lado «non nós movemos de aquí porque queremos estar en primeira liña».

Cuando cayó la noche, la plaza comenzó a quedarse pequeña de nuevo -la organización calculó unas 20.000 personas-. Sito Mariño, Pili Pampín, Sabela, Miguel Torres, Alberto Cunha, Manolito El Pescador, Eva Carreras o Rocío Caamaño, rindieron homenaje a la fiesta en Galicia, preludio de las esperadas actuaciones de Cristina Pato, Nacha Pop, La Unión o Marta Sánchez.