Crónica política | A tres domingos de las elecciones locales Mientras el alcalde se rodeaba de vecinos en Lamascal en la que fue su tercera inauguración del fin de semana, Conde Roa se refrescaba en el río Sarela para denunciar su contaminación
06 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.?abrá que estar pendiente en los próximos días del estado de salud de Gerardo Conde Roa. Si todo va bien, como es deseable, querrá decir que el Sarela no está al borde de la extremaunción, aunque es cierto que las aguas tampoco corren cristalinas. El candidato las probó ayer con un chapuzón que remitía a otros baños efectistas, como los de Fraga en Palomares o Fernández Lores en la ría de Pontevedra, sólo que ellos pretendían demostrar que todo iba bien, y el santiagués todo lo contrario. Más mérito si cabe. Y como de contaminación iba la cosa, no dudó en manchar la reputación de su contrincante socialista en las urnas en materia medioambiental: «Xa é tarde para Bugallo porque tivo a súa ocasión e non foi capaz de facer nada para recuperar as ribeiras do Sarela. Se os composteláns confían en min, vou devolver aos veciños a posibilidade de disfrutar duns ríos hoxe esquecidos». Esto ocurría en la zona de O Romaño. A unos pocos kilómetros de allí a un hombre feliz le pitaban los oídos mientras se daba otro baño, pero en este caso de vecinos. Sánchez Bugallo cerró en Lamascal, parroquia de San Xoán de Fecha, un fin de semana cargado de inauguraciones propias de estas fechas. El parque de ocio para niños y mayores (75.000 euros) es una cuestión menor si se compara con las infraestructuras que prometió para la zona. Depuradora, saneamiento, un local social renovado... Todo dependerá, claro, de quién gobierne los próximos cuatro años. Los que no aparecieron por allí fueron los ediles del BNG, a pesar de tratarse de un acto institucional. Los nacionalistas prefieren seguir pulsando la ciudad a golpe de reducidas reuniones sectoriales y todavía no se han lanzado a medir sus fuerzas en un auditorio amplio. Porque el homenaje del viernes al edil Manolo Portas, no cuenta. O sí.