La información de la web del artista no fue confirmada por el Concello ni por la Consellería de Cultura Santana actuará el 12 de junio en el auditorio al aire libre del Monte do Gozo. El veterano y renovador artista mexicano recalará en Santiago en una intensa gira por América y Europa, que en España tiene fijadas otras dos citas, en Madrid y Barcelona. Lo que no se sabe es si el rey de rock latino es la estrella de la temporada del Concello o de la Consellería de Cultura, donde aseguran que no tienen cerrado ningún contrato y que no saben nada. El concejal Baqueiro sólo reconoce la existencia de «contactos».
21 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Lo que está fuera de dudas es que Carlos Santana y su banda piensan estar en el Monte do Gozo el 12 de junio, porque lo dice bien claro la página web del artista. La gira, que empieza el 21 de marzo en Tampa (Florida) llega a Europa el 16 de mayo, fecha para la que está previsto el primer concierto, en Copenhague. El primero de los conciertos en España es el de Compostela, desde donde salen pitando para Madrid, donde actúan al día siguiente, el 13 de junio. De allí van a Barcelona, donde el concierto será el día 14. El calendario aparece cerrado, no se sabe si por las previsiones establecidas por el manager de Santana a tenor de los «contactos», o porque los acuerdos sólo están pendientes de la rúbrica final entre las partes. Hasta que eso sucede el contrato no es definitivo, no está «cerrado». Y los contratantes se cuidan mucho de anunciar nada hasta entonces, porque el precio podría modificarse al alza, según indicaron algunas fuentes. Y si la web del mexicano-estadounidense no se equivoca, el concierto de Santana será el primero que tiene lugar en el auditorio del Monte do Gozo desde el Santi Rock del verano del 2000, aquella cita que iba a tener continuación pero que no pudo ser. Este gran auditorio al aire libre no parece rentable si sólo se celebra allí un acontecimiento musical cada dos años. El verano pasado no le tocó a Santiago ninguno de los macroconciertos financiados, al menos en parte, por las arcas públicas, porque el de Alejandro Sanz, costeado por Telefónica y la Xunta, o más concretamente por la Consellería de Cultura, se programó en otras latitudes.