El belén de Pontevedra que se monta entre lágrimas

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

Una enfermedad, un incendio, el cierre de una iglesia y la entrañable historia de unos hermanos de Vilagarcía están detrás del nacimiento que se coloca en la iglesia de San Francisco

23 dic 2023 . Actualizado a las 11:23 h.

A mediados de diciembre, cuando los hermanos Longo de Vilagarcía, José María y Mercedes, conducen hasta Pontevedra, bien podría sonar esa canción del anuncio de turrón diciendo que vuelven a casa vuelven por Navidad. En realidad, no es que regresen al hogar, que ellos son de Carril. Es que cada Navidad regresan a la ciudad del Lérez para montar un belén. Tal cual. Ellos son los encargados, desde hace ya seis años, de poner el nacimiento de la céntrica iglesia de San Francisco. Y las suyas no son unas figuras cualquiera. Tienen una gran historia detrás. Por eso, la emoción, e incluso las lágrimas, les embargan cada año cuando las están colocando.

Todo empezó hace más de tres décadas. José María empezó entonces a encargarse de poner el belén en el templo de los Misioneros Claretianos de Vilagarcía, popularmente conocida como la iglesia de los padres. Estuvo así treinta años, mimando unas figuras que ahora mismo pasan ya del medio siglo de vida, y acabó enrolando a su hermana en esta labor. Ella le ayudaba antes y después de ir a trabajar a preparar el belén y ambos lograron ir ampliándolo y que luciese sobremanera. Así que, cuando el templo cerró, en el año 2027, se disgustaron pensando que nunca más sacarían de la caja aquellas figuras que tanto cuidaron.

Pero no fue así. José María estaba entonces tratándose de un cáncer y acudía a Pontevedra a ponerse quimioterapia. Tras recibir el tratamiento, solía visitar la iglesia de San Francisco. Fue allí donde vio un letrero que indicaba que se buscaba belén para el templo. Se contaba también que la iglesia llevaba veinte años sin nacimiento porque el anterior se había quemado en el incendio que en el año 1995 arrasó las dependencias conventuales. A José María se le iluminó la cara y aquello le pareció un milagro; podían traer su belén a Pontevedra. Ahí comenzó su historia con el nacimiento de San Francisco.

Han pasado seis años y para José María y Mercedes ya es una tradición venir en Navidad a Pontevedra a montar el belén. Les acompaña también el marido de Mercedes, que es el que se ocupa de las bases de las figuras, que son de tamaño considerable, y también el que construyó el portal. Cada Navidad intentan mejorar su montaje, restaurar alguna pieza o añadir «alguna casita bonita más». Y, conforme se ponen manos a la obra, por sus cabezas pasan todos los recuerdos ligados a este nacimiento. Se acuerdan, por ejemplo, de que durante muchos años estuvieron en el anonimato y nadie sabía quién montaba el belén en la iglesia de los padres de Vilagarcía. Pero en una misa se convirtieron en protagonistas: «El día de Navidad, a la hora de llevar a cabo la tradición besar al Niño Jesús, el sacerdote dijo que lo iban a coger en sus manos las personas que montaban el belén. Y tuvimos que salir los dos. Fue algo muy emotivo y que nos cogió totalmente por sorpresa», indicó.

Si tienen que elegir alguna pieza del belén, ellos se quedan con los Reyes Magos: «Es que los de este belén son preciosos», dice Mercedes con amplia sonrisa.