Tres exdiputados gallegos acercan la política como «cousa marabillosa» a alumnos de bachillerato de Pontevedra

Este martes no fue exactamente un instituto lo que recibió a tres exdiputados gallegos. María Ángeles García Míguez (PP), Xulio Pardellas de Blas (PSdeG) y Francisco Trigo Durán (BNG), miembros de la Asociación de Exparlamentarios, se desplazaron al Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra para repasar su paso por la política y dar a conocer para qué sirve el Parlamento de Galicia. En el paraninfo del centro tuvieron como público a alumnos de primero y segundo de bachillerato, del más de un centenar que viven en el centro de Padre Fernando Olmedo combinando los estudios y el deporte de alto nivel. La charla se abrió con la proyección de un vídeo de nueve minutos que explica el funcionamiento del Parlamento. Una institución totalmente digitalizada que, de darse el caso, podría seguir funcionando en modo teletrabajo, dice la voz en off. Se proyectan muchas imágenes de diputados en el pleno y en comisiones cuando todavía llevaban las mascarillas. Tras las presentaciones de cada exdiputado por parte de un profesor, se arrancan a hablar.

Xulio Pardellas es el primero. Relata que él fue diputado en la segunda legislatura (1985-1989) y que fue especial porque se pasó «dous anos na oposición e dous no goberno». Los alumnos que lo escuchaban, claro, no habían nacido ni eran proyecto y seguro que no les sonaba la historia. Pero allí estaba Xulio para resumírsela. «No ano 1987 houbo un acordo entre o PSOE, o BNG e Coalición Galega que deu lugar a unha moción de censura que, incriblemente, trunfou. Foi a primeira de España», matizó. Recordó aquella legislatura como «movida», pero sobre todo destacó, como ejemplo de la utilidad de la política, la creación de una comisión permanente para el estudio del furtivismo, entonces un problema importante en la comunidad con conflictos violentos. «Chegou haber tiros. A política ten que servir para mellorar a vida dos cidadáns e isto é un exemplo», insistió.

Por su parte, Paco Trigo, que estuvo en el Parlamento cuatro legislaturas, o lo que es lo mismo, dieciséis años, dijo que llegó a la política por acontecimientos que vivió en su juventud. «Vén de lonxe», aseguró. Tiró de anécdotas reales para despertar en los chavales quizá más implicación. «Fun expulsado do instituto por promover unha ponte. Expulsáronme por comunista e estiven unha semana fóra do centro. Despois cando estudaba a carreira tamén me expulsaron». Entonces fue por plantear una huelga por unos hechos ocurridos en Ferrol, «cunha morte na ponte das Pías». Corría el año 1972/1973. Pero lo que le marcó, subrayó, fue un discurso de Salvador Allende en una universidad de México en el que vino a decir que «non se trataba só de estudar, senón de participar e estar na vida». Paco Trigo trasladó a los alumnos que la política muchas veces se distorsiona y acaba siendo lo que no debe ser. Expuso que gracias a la política existe este CGTD, una ley de deporte, hospitales, escuelas... «A política é unha cousa marabillosa, o único que pode transformar a sociedade e facer que as cousas vaian mellor ou peor», subrayó. Fue más allá y aseguró que todos, en nuestro día a día, también hacemos política porque negociar, por ejemplo, con un profesor, por un examen o un trabajo «é política».

Cerró las intervenciones antes de las preguntas, Mari Ángeles García quien, a diferencia de sus dos compañeros, llegó a la política desde el mundo del asociacionismo. Psicóloga de profesión habló del tercer sector a nivel laboral y de trabajadores que afrontan «los mayores problemas y las situaciones más complicadas». Fue Corina Porro quien la animó a participar en política. Fue concejala en Vigo y su llegada al Parlamento fue una sorpresa: «Te das cuenta de lo importante que es esta institución y del necesario acercamiento de los políticos a los ciudadanos y de los ciudadanos a los políticos». Tanto que calificó de «error garrafal» a aquellos políticos que no salen del búnker. Ella fue diputada en O Hórreo en una legislatura y volvió a la vida privada. Contó que la vida política es apasionante, pero es complicado volver. «Te etiquetan por haber militado en un partido. Yo sigo en el PP, pero hay asociaciones o directivas de asociaciones muy politizadas. Esperemos que eso deje de ser así».

La cordialidad que se mantuvo en las exposiciones se alteró un poco en las preguntas. Todo vino a cuenta de una pregunta sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. Paco Trigo y Xulio Pardellas lo defendieron, mientras que Mari Ángeles se mostró en contra. Paco Trigo volvió a tirar de experiencia personal y rescató lo que le ocurrió a él cuando tuvo que defender una ley gallega en Madrid. Había saludado a los diputados en gallego y eso fue suficiente para que el presidente, entonces Federico Trillo, lo llamara al orden. «É un recoñecemento á plurinacionalidade e as linguas son dereitos dos pobos», consideró. Xulio Pardellas dio dos datos y una anécdota: «Alfonso X o Sabio escribía en galego e en Europa, hoxe formada por 27 países, no Parlamento Europeo utilízanse 20 idiomas», expuso. La anécdota fue que un profesor cuestionó, hace años, que el gallego fuera un idioma científico. Mari Ángeles se mostró en contra de que en el Congreso se hable gallego, catalán o euskera por los gastos innecesarios que, a su entender, conlleva. «No es más gallego el que lo habla que el que no y en el Congreso de los Diputados no lo veo coherente. Creo que hay cosas más importantes». Las risas y los comentarios de algunos alumnos desencadenaron la regañina de su profesor: «Las coñitas cuando se acabe la actividad, fuera. Parece que estáis en primaria». Todo quedó ahí y hubo tiempo para más preguntas: «¿Creéis que el Gobierno en funciones está actuando correctamente?» o «¿Cómo se elige a los diputados de cada partido?» fueron otras cuestiones formuladas.      

---

---

---