TSP seguirá adelante con su denuncia contra Carolina Iñarrea por llamar mafia al sindicato
PONTEVEDRA CIUDAD
No hubo acuerdo. El sindicato Traballadores da Sanidade Pública (TSP) seguirá adelante con su denuncia penal contra la central Prosagal y su presidenta, Carolina Iñarrea. Miembros de ambos sindicatos se vieron las caras ayer por la mañana en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Pontevedra en un acto de conciliación.
Elisa Bouzas, presidenta del TSP, comentó que las dos partes se ratificaron en sus posiciones y la denuncia seguirá su curso. El sindicato -una escisión de la CIG-Saúde- reclama a Carolina Iñarrea una rectificación pública y una indemnización de 9.000 euros por daño moral y a la propia imagen. «Para nosotros lo verdaderamente importante es que exista una rectificación pública de unas declaraciones hechas en abril del 2017. Lo de solicitar una indemnización es obligatorio, pero nosotros no queremos dinero», subrayó Bouzas.
Las declaraciones de la polémica se hicieron tras la junta de personal del Chop del pasado 20 de abril, cuando la unión de siete centrales hizo valer su mayoría para relevar a la presidenta y a la secretaria, Carolina Iñarrea y María Ferrero, respectivamente. Prosagal tildó de «verdadera mafia» al resto de sindicatos, criticó su absentismo en muchas juntas de personal y cuestionaron su voluntad de trabajo. «Les es más cómodo pactar entre ellos en cafeterías y en despachos de la Administración», se llegó a decir. Solo el TSP decidió acudir a la vía judicial.
Por su parte, Carolina Iñarrea se mantuvo en su postura. «Es muy desagradable porque yo nunca me he metido en su vida privada, solo cuestioné su forma de hacer el trabajo. Creo que esto lo hacen para amedrentarme y para que no colguemos vídeos de denuncia en las redes sociales», señaló Iñarrea.
Libre disposición
Por otra parte, Prosagal tuvo ayer una vista en el Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Pontevedra. Es el primero de los tres procedimientos en los que trabajadores del llamado turno rotatorio complejo reclaman el exceso de jornada anual que, según su versión, se produce cuando el empleado disfruta de los llamados días de libre disposición (LD). Unas libranzas que el Sergas no considera como jornada efectiva, a pesar de que así están reconocidos por ley y ratificados por el TSXG «en múltiples procedimientos».