«La paja es clave para crear una capa de protección en el suelo»

nieves domínguez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTE CALDELAS

José Antonio Vega, coordinador de los trabajos de recuperación de O Pindo, destaca la importancia de técnicas como el «heli mulching»

09 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El director del centro de investigaciones forestales de Lourizán, José Antonio Vega Hidalgo, compatibiliza estos días sus responsabilidades en la institución pontevedresa con la coordinación de los trabajos que se están ejecutando con un helicóptero en el monte Pindo para evitar otro de los efectos de los incendios forestales: el arrastre por la lluvia de las cenizas y la consiguiente contaminación de ríos y marismas.

-¿Qué es el heli mulching?

-Es un tratamiento de protección del suelo quemado. El objetivo es crear una cubierta para evitar la ruptura de los granos de suelo por la lluvia, que es uno de los factores más importantes que produce erosión. Al mismo tiempo, se disminuye la suciedad y la energía del arrastre del agua que discurre por encima del suelo y que llamamos escorrentía para que tenga menos potencia erosiva y menos arrastre de suelo.

-¿Utilizarán esta técnica en otros lugares?

-Bueno, yo no sé si en Ponte Caldelas lo haremos. Por ahora lo hacemos en O Pindo y dependiendo de los problemas logísticos y económicos, veremos si lo hacemos ahí también. La previsión sería hacia el final de la semana y aún no lo sabemos. Los trabajos llevan un planning que hay que modificar cada día. No es fácil dar una fecha exacta, pero ya se está haciendo el acolchado desde tierra.

-¿La técnica que se aplica desde el suelo es la misma que desde el aire?

-Sí. El objetivo es el mismo y es tan buena como el heli mulching desde el aire. Digamos que desde el aire te permite acceder a zonas más difíciles, a las que las personas y la maquinaria no pueden entrar con facilidad.

-¿Esto puede dejar una superficie sin cubrir?

-No, se va a cubrir. Esa decisión ya la hemos tomado y hay unos equipos valorando los tratamientos que hacen falta. Desde tierra ya se hace con fajas de acolchado. En Ponte Caldelas ya se está haciendo mucho trabajo, no solo de aplicación de mulching, sino de red de drenaje, con troncos.

-¿Por qué se cubre de paja y no de otros elementos?

-Es un elemento vegetal, biodegradable que favorece el suelo sin introducir elementos ratificales. Además, la paja se degrada con facilidad, al cabo de un tiempo, no deja arrastrar y es un material muy eficaz para crear esa capa de protección sobre el suelo. Y por supuesto, está disponible. Todos esos factores, hacen de la paja un elemento clave, que puede ser, además, de todos los tipos, de trigo, de centeno, incluso de arroz. Pueden ser cualquier resto vegetal, y también otros tipo de restos, como vegetación cortada o triturada. Lo importante es crear una cobertura del suelo.

-¿Hay que preparar el suelo para esparcir la paja?

-No conviene hacer nada, el suelo está muy sensible después de los incendios.

-¿Qué criterio se sigue para actuar en un monte y descartar otro?

-Tratamos de sacarle un buen rendimiento a la inversión que se está haciendo y para ello hay que dar preferencia a que no haya riesgo para las poblaciones, evitar la erosión del suelo en zonas de gran pendiente, las que tienen más repercusión sobre las zonas marisqueras, etcétera. Eso hay que contrastarlo luego en el campo, con los trabajos de la gente sobre el terreno, que ve las zonas arrasadas, las necesidades que surgen y los datos del satélite. Todo eso lleva mucho tiempo y hay que aprovecharlo bien antes de que lleguen las lluvias.

-¿Es clave completar el trabajo antes de que empiece a llover?

-Intentamos aprovechar al máximo este tiempo y en algunas zonas se prolongará más el acondicionamiento de la red de drenaje y el uso de fajinadas, pero es más importante priorizar. Lourizán trabaja con otras instituciones para distribuir bien el dinero y lo hace sobre la base del protocolo de actuación que hemos publicado hace unas semanas.

-¿Cuáles son las especies más resistentes al fuego?

-Toda la vegetación arde, pero hay especies que están muy adaptadas al fuego en Galicia y son especies rebrotadoras, como el carballo, los eucaliptos y algún tipo de matorrales, como el tojo y el brezo. Hay algunas que regeneran bien a partir de los tejidos radicales que tienen. Los pinos, el abedul, la xesta, pueden regenerar bien de semillas. Pero esa adaptación no es suficiente para evitar la erosión en los primeros meses después del fuego. Esa erosión tienen lugar en el otoño y en el invierno cuando esa vegetación no recubre el suelo con la fuerza suficiente. Por eso hay que recurrir a las tecnologías de protección para suplir esas deficiencias y la lentitud de la vegetación en cubrir el suelo. No lo hará hasta que llegue la primavera siguiente al incendio. Esas técnicas que aplicamos ahora, después tienen un papel secundario.