Con la entrada en vigor de las nuevas restricciones, los controles de los cuerpos de seguridad se han extendido a la totalidad de los accesos a las locales que tienen cierre perimetral. Es el caso de Pontevedra, pero también de Poio donde, en el transcurso de una reunión entre la concejala de Seguridade Cidadá, Marga Caldas, con responsables de Policía Local y Protección Civil, se acordó intensificar las labores de vigilancia, «en colaboración coa Garda Civil, para controlar a mobilidade, especialmente en lugares como A Barca ou a contorna do Vao».
Estas actuaciones, de igual modo, prestarán «especial atención ás zonas públicas, para evitar aglomeracións, e en comercios e hostalería». Con respecto a este sector, recordaron que «a actividade permanece limitada ao 50 % en terrazas, servizo de recollida e entrega a domicilio», mientras que el interior debe permanecer cerrado.
Por su parte, los voluntarios de Protección Civil reforzarán a partir de este lunes «os traballos de desinfección que xa se veñen realizando en distintos espazos públicos». Se pondrá especial celo en los parques infantiles del municipio, así como aquellas zonas de las cinco parroquias que sueles ser muy concurridas, pero también los entornos de centros escolares y edificios públicos.
Asimismo, se mantiene el servicio de atención a aquellas personas que se encuentran en cuarentena y que precisan ayuda para la compra de alimentos o medicinas, o para la recogida de basura. Desde el Concello de Poio reseñaron que actualmente se está realizando esta prestación en veinte viviendas del municipio.
Lo cierto es que la proliferación del coronavirus está provocando que la Policía Local reciba más de 150 llamadas diarias de los vecinos con dudas o recabando información: «Moita xente solicita información sobre cales son as situacións polas cales se permite saír do termo municipal», precisó Antonio Duarte, jefe del cuerpo municipal en Poio.