Los topónimos gallegos se establecían como oficiales en toda la comarca

La Voz

POIO

Tanto concellos como parroquias y entidades se adaptaban a la nueva normativa

30 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La toponimia siempre ha sido un tema delicado en la comunidad gallega. Sanxenxo, Poio y Raxó marcaron un antes y un después en la normalización de los nombres de las poblaciones de nuestra ría. En 1998, el nuevo nomenclátor de la provincia no solo consolidaba la toponimia gallega para estas poblaciones, sino que lo hacía para todas y cada una de las entidades de las distintas parroquias pontevedresas, afianzando el modelo gallego como el único oficial.

La tilde llegaba a Muíño, consagraba a San Xoán de Poio, ponía el artículo a O Covelo, y dejaba sin la «y» a los chalés de la Caeira, y sin la «j» a Raxó.

En Cuntis, Troanes pasaba a ser Troáns, aunque nunca existiera el primero en el lenguaje popular. Romai, en Portas, dejaba la «y» final de lado, al igual que Almofrei y Caroi en el Concello de Cotobade.

Verducido, Gaxate y Seixido, aparecían con su forma en gallego en A Lama.