Sofia Gabanna, rapera: «El amor, igual que muchas veces nos da la vida, igual nos la quita»

Alfredo López Penide
López Penide BUEU / LA VOZ

BUEU

CEDIDA POR EL SONRÍAS BAIXAS

La cantante asegura que en el SonRías Baixas de Bueu «se va a hacer polenta el show»

04 ago 2022 . Actualizado a las 18:13 h.

Con su primer trabajo discográfico debajo del brazo, Maté el amor, Sofia Gabanna aterriza este jueves en Bueu en lo que será la jornada de apertura del SonRías Baixas. «La gira está siendo increíble porque, para mi sorpresa, la comenzamos en México y esto ya de por sí me sorprendió mucho, lo disfrute intensamente. Otra cosa que me sorprende es que estoy en muchos festivales, uno tras otro todo el verano. Son festivales increíbles que estoy pudiendo conocer, así como a artistas a los que admiro y que también actúan en ellos. Para mí es un placer en el primer año de gira llevar mi música a tantos lugares», sostiene la autora de Cuéntame o Asesina.

—Uno de estos festivales es el SonRías Baixas, ¿lo conoce? ¿Le han hablado de el?

— No. Lo que he visto son varias cosas porque me he informado, he buscado un poquito, pero aún no me ha hablado nadie cercano o que haya ido al festival.

—¿Y qué impresión sacó de lo que pudo ver?

—Me dio una impresión buenísima, muy urbano. El sitio es increíble, va mucha gente y tengo muchísimas ganas de ir, pero su concepto aún no lo descifré…

—Tal vez sea porque es muy ecléctico a la hora de seleccionar los artistas de su cartel, en el que caben muchos estilos.

—Eso es.

CEDIDA POR EL SONRÍAS BAIXAS

—Llega con su primer disco, ¿es un sueño hecho realidad?

—Sí, pero con su permiso le voy a corregir. Para mí sacar un disco es un proceso muy importante porque cuando sacas el primero ya no lo puedes volver a sacar. Como soy una máquina de producción de temas, junto con mi equipo dijimos: «Primero, vamos con un EP». Fue increíble el poder realizar esto, no fue nada pensado, sino que fue a raíz de mucha producción. En cuanto conocí a Lupita's Friends, por fin pude dejar de trabajar. Y digo «por fin» porque al final te dan cierta independencia y autonomía, y no tener que trabajar con un equipo que no sea internet. Cuando los conocí fue muy satisfactorio poder decir «ya por fin tengo un equipo que me hace los bits, que me inspiran...». A partir de ahí fue tema tras tema. Hubo muchísimo trabajo hasta que llegó el momento de reunir los siete temas, que además tenían un concepto, pertenecían a la misma etapa de producción y entendimos que era buena idea juntarlos en un EP. Y así salió Maté al amor. Estoy muy contenta porque fue muy difícil llevarlo a cabo, no las canciones, sino todo el proceso que hay después, el tema visual, los videoclips, las fechas… No tenía un equipo muy grande, ni aún lo tengo, pero los que somos nos partimos la cabeza para que salga lo mejor posible.

CEDIDA POR EL SONRÍAS BAIXAS

—En todo caso, es toda una declaración de intenciones ya desde el principio, desde el título.

—Exacto, cien por cien. Hablamos del amor, pero desde una temática un poco deformada. Siempre idealice el amor desde pequeña y es matar el amor idealizado. Al final, igual que muchas veces nos da la vida, igual nos la quita. Se derrumba todo. Era un poco desglosar todo y pasar por ciertas fases, que van desde la furia, el enamoramiento o la tristeza.

—¿Quizás el rap es el vehículo que le ha permitido una mayor libertad para expresar todo esto?

—Sí, yo diría la música, pero realmente, en mi caso, fue el rap. Me permitió encontrar una canalización sin tantos limites, es un estilo que no está encorsetado, por lo que me pude fijar más en lo que quería decir que en cómo lo tenía que decir. Empecé a escribir sola y, a partir de ahí, fue una maravilla lo que me hizo sentir. El rap no tiene tantos límites y nos permite jugar con todo, no te cierre nada, no así como otros géneros, caso del blues o la salsa, que también los trabajo. Me gusta llevar cualquier género al rap.

CEDIDA POR EL SONRÍAS BAIXAS

—Hablando de géneros, ¿cómo le explicaría a alguien que no conoce a Sofia Gabanna que sus influencias van de Andrés Calamaro a Marvin Gaye o Cypress Hill?

—(risas) La verdad es que son bastante diferentes. Esto me permite no tener tantos límites en la cabeza y crear de una forma mucho más completa. Siempre me gustó, y lo he escuchado durante muchos años, el rap tirando a clásico, como rap puro y duro, como rap sin estribillos, sin melodías, pero prefiero trabajar un poco la melodía y estribillo. Y Marvin Gaye, por ejemplo, es de esos artistas que son todo melodía y harmonía. Cypress Hill es todo lo contrario, aunque también lucían por todos los detalles que tenían sus bits y coros… Era rap clásico, pero estamos hablando que el rap norteamericano jugó mucho más con todo…

—Incluso no tenían problemas en meter sonidos de rock duro en algunas colaboraciones.

—Totalmente. En el rap norteamericano siempre fueron un poquito más avanzamos en el sentido de no encorsetarse tanto e innovar un poco más.

—Y ya por último, ¿qué nos vamos a encontrar mañana?

—La verdad es que me gustaría decir otra cosa, pero no, porque estoy también satisfecha. Como no tengo aún tanto equipo, este verano estoy planificando todo lo de la gira de Maté al amor, que empieza en septiembre. En los festivales estoy llevando mi DJ e incluí a un guitarra, que da un toque increíble en cada tema. Lo que más llevo a mi show es fuerza. Si ese día te pasa algo malo, se te olvida. A mí, por lo menos, me pasa. Como yo digo, se va a hacer polenta el show.