La residencia de Campolongo tira de voluntarios para ofrecer a sus residentes un amplio programa cultural todo el año
07 feb 2020 . Actualizado a las 13:36 h.La actividad cultural en la residencia de mayores de Campolongo es intensa. Varias veces al mes los residentes, más de un centenar, tienen la posibilidad de disfrutar de alguna actuación, bien sea musical o cultural, o de poner a prueba sus habilidades de baile.
Pero para entretenimiento no hay presupuesto. Ni un solo céntimo. ¿Es posible ofrecer diversión a los mayores sin una partida específica que permita contratar? Maite Caneda, directora del centro, demuestra que sí. Gracias a la solidaridad de decenas de colectivos y asociaciones que de forma voluntaria se ofrecen a actuar para los mayores. Y también a la implicación de la plantilla de trabajadores, más de 80 profesionales que tiran de contactos e incluso de familiares para conformar un calendario de actuaciones culturales atractivo.
«Compramos un karaoke portátil y cuando nadie nos viene a actuar cantamos nosotros», explica Maite Caneda, que destaca la colaboración de toda la plantilla para garantizar que los residentes «disfruten de una vida lo más similar posible a la de los que vivimos fuera». Y es que añade que «los trabajadores exceden sus funciones y además de ayudarles a desplazarse, sacan a bailar a los mayores y eso ayuda mucho a que estén a gusto y sean un poco más felices».
Pero la programación cultural en la residencia se monta sobre todo con voluntarios. Decenas de asociaciones que se acercan a las instalaciones de Campolongo para compartir con los residentes unas horas de cultura.
La Coral Helénica o el grupo Cantadelas, de la asociación de vecinos de Meiro, en Bueu, protagonizaron alguna de las últimas tarde culturales en la residencia, y a ellas habría que sumar a un sinfín de colectivos y colegios que visitan con frecuencia a los mayores. «Queremos facilitar las relaciones intergeneracionales pero influyen de forma muy positiva en el ánimo de nuestros mayores», explica la directora del centro.
La colaboración no se limita a colectivos de Pontevedra. En breve, los mayores de Campolongo recibirán la visita de dos comparsas de O Grove. «A nuestros ancianos les encanta el carnaval, lo disfrutan mucho».
Y aunque el calendario de actuaciones en el centro registra modificaciones con frecuencia, un día en el que la fiesta está asegurada es el de los aniversarios de los mayores. «Hacemos una pequeña fiesta de cumpleaños; vienen familiares y amigos y hay baile asegurado».
Y esta actividad cultural se complementa con diferentes cursos, que mantienen las capacidades de los residentes. Uno de ellos es el de terapia con perros, pensada para los más dependientes. «Es de las actividades más caras pero es imprescindible. Así que ahorramos en la parte lúdica y reservamos los recursos económicos para este tipo de cursos», concluye Maite Caneda.