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El acusado de disparar a su expareja en O Grove asegura no recordar nada: «Se me borró todo»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARTA REGUERA

José Antonio Prieto Fernández, inicialmente, reconoció los hechos que se le imputaban, si bien posteriormente se escudó en la falta de recuerdos

16 jul 2024 . Actualizado a las 19:32 h.

«No lo recuerdo». Una y otra vez, esta fue la respuesta que repitió José Antonio Prieto Fernández este martes en la Audiencia de Pontevedra cuando la Fiscalía y la acusación particular le interrogaron en relación con los disparos que, supuestamente, dirigió a principios de diciembre del 2018 a la que había sido su pareja durante un cuarto de siglo.

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El arranque del juicio se demoró más de lo previsto debido a que el acusado tuvo que ser desplazado en una ambulancia escoltada por la Guardia Civil desde el centro penitenciario de A Lama a la Audiencia de Pontevedra. Allí, inicialmente, reconoció los hechos que le imputaba el ministerio público. Sin embargo, esta confesión se desvanecía como el humo a medida que avanzó el interrogatorio.

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Así, y tras manifestar que estaba «muy nervioso», aseguró que desde que se produjo lo que calificó de «accidente doméstico que no recuerdo» -presumiblemente se disparó en la cabeza con el mismo arma con la que atentó contra su expareja- tiene problemas de memoria. «Se me borró todo», aseguró, al tiempo que se limitó a señalar que lo último que recordaba es que Eva Afonso regresó a su domicilio de O Grove «se puso muy alterada» al encontrárselo en la vivienda: «Esa noche no había dormido y me quedé en el sofá durmiendo», señaló lamentando que «yo no sé lo que es soñar. Eso se acabó».

Negó el maltrato

En este punto, aseguró que no recordaba tener un arma corta, pero sí tenía una licencia de caza, al tiempo que negó haber maltratado a la víctima: «Calentamiento, sí, pero maltrato nunca tuve con ella».

De este modo, explicó que si tenía conocimiento de lo que había ocurrido era por las informaciones de prensa y por lo que le habían contado. «Cuando desperté [del coma] me encontré empotrado en una cama de hospital», concluyó.

En esta misma sesión del juicio compareció a puerta cerrada Eva Afonso, mientras que el próximo 24 de julio se retomará la vista con el resto de testigos y peritos.

Hechos imputados

Fue el 5 diciembre 2018 cuando José Antonio Prieto Fernández, quien tenía vigente una orden de alejamiento y al que Eva Afonso había denunciado por maltrato, accedió a la vivienda de esta última. Las acusaciones relatan cómo disparó en dos ocasiones a esta mujer sin que las balas, por fortuna, alcanzasen órganos vitales.

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Las crónicas de aquel día refieren que Eva fue rescatada desde una ventana en un primer piso accediendo con una escalera. Su agresor se atrincheró en la vivienda y, presumiblemente, se pegó otros dos tiros.

Peticiones de pena

La Fiscalía de Pontevedra le acusa de un delito de asesinato con alevosía en grado de tentativa, con agravante de parentesco y de género por el que solicita catorce años y once meses de prisión, así como la prohibición de aproximarse a la víctima durante veinticuatro años, debiendo portar en todo ese tiempo un dispositivo de control telemático, así como libertad vigilada durante diez años más. A ello hay que sumar otra petición de tres años de cárcel por tenencia de armas prohibidas.

Asimismo, el ministerio público solicita otros tres años por maltrato habitual en relación con la situación de violencia que sufrió la víctima a manos de su por entonces pareja entre 1993 y el 2018, y un año de cárcel por un cuarto cargo penal de quebrantamiento de la orden de alejamiento.

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Además, el fiscal reclama el pago de cuatro mil euros por los días de curación que necesitó por los menoscabos personales y la pérdida de calidad de vida, otros 1.200 euros por la intervención quirúrgica, 41.000 euros por las secuelas físicas, cien mil euros por el perjuicio estético y otros veinte mil euros por daño moral. De igual modo, reclama el abono de los gastos médicos, farmacológicos y de asistencia psicológica, así como todos los que puedan devengarse en el futuro por estos motivos.

A mayores, se insta a la Audiencia de Pontevedra a que imponga al acusado el abono de los gastos de cambiar la cerradura, así como de los derivados de la atención sanitaria de su expareja por parte del Sergas.