Jéssica Méndez trasladó a su novio que el acusado de su asesinato le dijo que «se non era para el, non ía ser para ninguén»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El acusado, José Carlos Eirín, en un momento del juicio
El acusado, José Carlos Eirín, en un momento del juicio CAPOTILLO

Durante su comparecencia como testigo aseguró que José Carlos Eirín Iglesias «estaba obsesionado con ela»

20 mar 2024 . Actualizado a las 19:19 h.

En la segunda jornada del juicio con jurado por el asesinato de Jéssica Méndez se pudo escuchar este martes en la Audiencia de Pontevedra el desgarrador testimonio de sus más cercanos, los cuales coincidieron en que, tal y como señaló el novio de la joven, el acusado «estaba obsesionado con ela». De hecho, hasta en dos ocasiones la fallecida le trasladó a este último que José Carlos Eirín Iglesias le dijo que «se non era para el, non ía ser para ninguén».

Durante su comparecencia, sostuvo que, aunque las relaciones familiares eran buenas, lo cierto es que su pareja ya le había pedido a sus padres que el acusado no volviese a su casa por la incomodidad que le producía, ya que era habitual que en las comidas le tocará la pierna por debajo de la mesa o le pusiera el brazo por encima del hombro. Tras reconocer que la situación se complicó cuando en el 2019 entró en la vida de Jéssica Méndez, recordó cómo, tras producirse el impacto del coche del acusado contra el de su novia, este comenzó a «rirse de min na miña cara» desde una ambulancia.

Coincidió con uno de los hermanos de la víctima en que tuvieron que instalar una cámara de videovigilancia después de que en distintas ocasiones el coche de Jéssica apareciese con las ruedas pinchadas. Ambos reconocieron, en todo caso, que no se pudo demostrar quien fue el autor de estos hechos, si bien incidieron, sobre todo el hermano, en que el acusado vigilaba a la fallecida apostándose bajo las viñas, en la parte posterior de la casa o desde unos portales.

De hecho, en una ocasión, el hermano pudo ver al encausado saltar el portal del inmueble hacia el exterior: «Jéssica se sentía vigilada cuando estaba en casa o cada vez que salía», añadió en este sentido destacando que el acusado «estaba tranquilo, sin más» cuando se produjo la colisión tras la que fallecería la joven.

El fiscal sostiene que la mañana del 17 de marzo del 2022 José Carlos Eirín impactó intencionadamente y a más de ochenta kilómetros por hora su coche, un Seat Toledo, contra el de la fallecida cuando estaba parado esperando para incorporarse a la N-550 desde una vía secundaria en el lugar de Constenla, en Barro. Remarca que era consciente de que «una colisión perpendicular entre dos vehículos de motor a esa velocidad en la zona del conductor puede ocasionar la muerte», por lo que Jéssica no tuvo ninguna posibilidad de reacción ni de defensa.

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Previamente a la declaración de los allegados de la víctima, el jurado tuvo ocasión de escuchar al cuñado de Eirín Iglesias, quien cruzó numerosos mensajes de WhatsApp con la fallecida alertándole de la conducta de su pariente. Entre otras cuestiones, le avisó de las vigilancias a las que la sometía el encausado.

Precisamente, fue durante el interrogatorio de este testigo por parte de la defensa cuando se produjo uno de los momentos más tensos de este juicio. Y es que el presidente de la sala le tuvo que advertir al abogado en varias ocasiones de acciones disciplinarias por desobedecer sus instrucciones a la hora de formular determinadas preguntas relativas a los WhatsApps. Finalmente, se optó por parar el juicio durante unos minutos para que el letrado pudiese reestructurar su estrategia de interrogatorio.