El Tigre del Agua

Eugenio Giráldez
Eugenio Giráldez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Vencer la pandemia del coronavirus, aprobar la asignatura de las obras públicas y resolver el futuro del convento de Santa Clara, deberes pendientes para un año preelectoral

02 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De acuerdo con el horóscopo chino, este 2022 será el año del Tigre del Agua, conocido como el mayor depredador de ese país asiático. Sin embargo, para la filosofía oriental, el tigre simboliza la fuerza, la valentía, el fin de los males e, incluso, espanta la mala suerte. No soy seguidor de estas influencias, pero reconozco que me propiciaba un titular diferente a la hora de enfocar qué podemos desear y esperar de este nuevo año.

Revisé el artículo similar de hace un año y he de admitir que 2021 no fue el «año de la revancha», que fue el titular que elegía entonces. Veníamos del año de la Rata, según el horóscopo chino. No estamos peor, pero tampoco infinitamente mejor. Desde una perspectiva general, Pontevedra necesita, como el resto del mundo, que seamos capaces de derrotar definitivamente a esta persistente pandemia.

Complicidad

Igual que ocurrió en el 2021, estoy persuadido de que la complicidad de la sociedad en forma de colaboración ciudadana volverá a ser, en general, crucial. Como acredita que un 95 % de los 300.000 usuarios del área sanitaria Pontevedra-Salnés ya estemos vacunados. Muchísimos con la pauta completa. Aunque no descartaría que aún tengamos un refuerzo.

Estamos en plena curva ascendente de la sexta ola con récord de contagios e infectados. Hasta ayer, hay 6.075 habitantes de nuestra área sanitaria infectados, prácticamente todos aislados en sus domicilios, salvo 47 que necesitan tratamiento hospitalario. Un porcentaje infinitesimal —no llega a un 0,8 %— gracias al efecto barrera que afortunadamente ha generado la vacunación. Sin embargo, de nuevo las restricciones capan a la hostelería que vuelve a ser el sector más perjudicado, especialmente, el ocio nocturno, como se comprobó en Nochevieja con un cierre casi generalizado.

Infraestructuras pendientes

Como viene sucediendo en los últimos ejercicios, las infraestructuras previstas constituyen una de las asignaturas pendientes del año. En la ciudad de Pontevedra reunimos un buen montón.

La de mayor envergadura presupuestaria es la obra del Gran Montecelo, que parece avanzar a buen ritmo con la asignación de 36 millones de euros prevista en los Presupostos Xerais de la Xunta para este año. Y con las aportaciones de otras administraciones, como Diputación y Concello que sufragan conjuntamente la construcción del vial de acceso.

Por el contrario, pese a la presumible sintonía entre el Gobierno de la Nación y el gobierno municipal de Pontevedra, gracias a la condición del PSOE como coaligado, no se perciben avances sustanciales en las obras públicas pendientes de los PGE. Como la ejecución del primer tramo de la circunvalación —pretenciosamente llamada A-57— entre Figueirido y A Ermida, de apenas 7 kilómetros que acumula años de retraso y no se abrirá hasta 2023. Para este 2022 se han consignado casi 24 millones de euros. Los otros dos tramos, siguen muy retrasados.

En cuanto al paseo peatonal a Marín —popularmente, ruta del colesterol—, parece que por fin se abrirá oficialmente el trecho construido, pues en la práctica, cada vez más ciudadanos se saltan las vallas y lo utilizan. Por cierto, con un año de atraso y evidentes signos de deterioro.

Otro cantar es el tercer tramo de ese paseo que llegará hasta la pasarela de las mariscadoras, en Os Praceres. Tiene consignado 1,7 millones de euros.

Hablando de paseos, esperemos que en el 2022 acabe la vergüenza que supone tener cerrado y vallado el paseo Valle Inclán —el tramo cubierto del Gafos por Campolongo— desde marzo de 2021, sin solución alternativa.

Y en este capítulo, destacar que un año más la solución del nuevo nudo de Bombeiros se retrasa. Los PGE 22 asignan solo 2,3 millones de euros cuando el total de la obra requiere de una inversión de más de 10 millones para solventar la conexión entre el puente de As Correntes, la autopista AP-9 y las carreteras a Sanxenxo y Vilagarcía.

Reina Victoria y Lores

El corte de la avenida Reina Victoria está íntimamente ligado con la futura resolución del nudo de Bombeiros y con la intención del actual gobierno municipal de Pontevedra de semipeatonalizar Alameda, Echegaray y el puente de La Barca. Un desiderátum con el que está absolutamente encelado el actual alcalde de Pontevedra, bajo el pretexto sempiterno del «modelo de cidade». No tiene intención de marcha atrás. Lo ha convertido en marca y parece que será uno de los mantras que Miguel Fernández Lores llevará a la campaña de 2023. Porque el actual regidor, con 67 años ya cumplidos, parece dispuesto a presentarse para un séptimo mandato.

¿Dónde queda el discurso del BNG contrario a la prolongación de mandatos cuando Fraga gobernaba? Seguramente en el mismo sitio en el que arrinconaron su oposición frontal a las diputaciones.

Precisamente. Diputación y su actual vicepresidente, César Mosquera, serán otros de los protagonistas de este 2022 pues deberá constatarse que la conversión del convento de Santa Clara en futura sede del Museo de

Pontevedra va en serio y progresa adecuadamente. En el primer semestre deberíamos conocer el resultado del estudio técnico encargado a tal fin. Si, como es presumible, se confirma que el convento es convertible en espacio museístico, la cesión del cenobio a Diputación debería confirmarse en el transcurso del año.