Tríptico de entroido

PONTEVEDRA

El expediente de Ciudadanos al concejal Goyo Revenga es una mascarada; la velocidad de seis kilómetros por hora un imposible y el Satisfayer un auténtico bum

23 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Estamos en el entroido y hoy me permitirán que componga una crónica de la semana, a modo de tríptico carnavalesco, con tres asuntos que están a flor de piel de la actualidad y que al mismo tiempo dan para la troula. Es más: estoy seguro que no escaparán de la mirada satírica de las murgas que actuarán en el certamen anual que comenzará pasado mañana.

Son asuntos muy propicios. El expediente disciplinario de Ciudadanos a su único concejal en Pontevedra, que destila esencia de caza de brujas porque el bueno de Goyo Revenga apoyó al gobierno BNG-PSOE votando a favor de la aprobación del presupuesto municipal de 2020; el anuncio del Concello de Pontevedra de rizar el rizo bajando a seis kilómetros por hora la velocidad permitida a los vehículos que circulen por calles de plataforma única peatonalizadas; y el bum del Satisfayer, que más allá de su impresionante disparo en ventas se ha convertido en disfraz de moda en este Carnaval -la prueba, ayer mismo, en el desfile de Pontevedra- y que ha llegado al colmo con la pirueta promocional la comisión de fiestas de San Gregorio de Raxó. No me negarán que el menú promete.

Un tiro en el pie

Eso es lo que está punto de hacer, una vez más en su reciente historia el partido Ciudadanos si finalmente decide expulsar a Goyo Revenga, lo que me temo es inminente. La formación naranja no se ha apeado de la nube de paroxismo en la que la metió Albert Rivera cuando no supo digerir ni gestionar los 57 diputados que obtuvieron en los comicios del 28 de abril de 2019. Sus errores estratégicos y tácticos los pagaron el propio Albert y Ciudadanos con el varapalo de noviembre en las urnas.

Con Inés Arrimadas no han mejorado. Siguen en una deriva inquietante. Me temo que van camino de otro trastazo definitivo en Galicia y a ver cómo salen en el País Vasco y Cataluña. En medio de semejante circo me parece un dislate que la cúpula de Ciudadanos emprenda una caza de brujas contra su único concejal en Pontevedra so pretexto de haber votado a favor del presupuesto municipal presentado por el gobierno bipartito. Semejante pretensión de híper-ideologizar la actuación de un concejal en la política municipal va contra el pragmatismo que exige la gestión de un Ayuntamiento. El día a día en un Concello demanda construir puentes entre los grupos por encima de las pretendidas diferencias ideológicas.

Deseo equivocarme pero creo que Ciudadanos terminará expulsando a Goyo Revenga. Suya será la decisión de mantenerse como concejal no adscrito -hay precedentes recientes como María Biempica o Pepe Rivas Fontán-, como creo que ocurrirá. Y, por cierto, Arrimadas, Villegas y compañía olvidan que Goyo Revenga entró en esta corporación gracias a 2.142 votos de pontevedreses que aún creyeron en Ciudadanos después de la faena que le hicieron a María Rey.

¡Quién da menos!

El gobierno municipal de esta capital se ha propuesto que Pontevedra sea tan puntera en calmado del tráfico rodado y en armonizar los usos de la vía pública que está a punto de poner en jaque a toda la industria automovilística. Implantar velocidad seis kilómetros por hora en las calles de plataforma única donde transitan juntos peatones, otros usuarios y vehículos constituye un hito en política de movilidad. Y un imposible para la ingeniería del sector automovilístico.

Este gobierno no quiere ceder el maillot amarillo del liderazgo nacional en política de seguridad viaria, condición ratificada por las estadísticas de siniestralidad mínima y por los abundantes reconocimientos. Y si a tal fin hay que bajar la velocidad de treinta, a diez y ahora a solo seis, pues se hace.

No me imagino mantener el coche rodando a semejante mini velocidad sin que se cale. No soy capaz de ver cómo hará la Policía Local de Pontevedra para medir y con qué clase de radar para velar que los conductores que circulen por esas vías, respeten semejante tope. Lo mismo que digo de los coches vale para patinetes o bicicletas a los que también obligará la nueva ordenanza que va a pleno mañana. Una pregunta más: ¿un ciclista puede ir a 6 kilómetros por hora sin caerse él y la bici?

En realidad, en las calles de coexistencia, pongamos por ejemplo Michelena y en la noche de un viernes plagada de peatones, la propia situación obliga al automovilista, ciclista u otro usuario de vehículo a ir al mínimo de velocidad y al máximo de atención. Ponerle una cifra, sean diez o seis kilómetros hora, es un gesto. Como tal hay que verlo, porque lo contrario solo significa una invitación expresa a olvidarse del vehículo.

San Satisfayer

Hace unas cuantas semanas que sendos reportajes publicados por La Voz de Galicia nos previnieron del bum de ventas del Satisfayer en Pontevedra y de que el succionador sería tendencia, como se vio, ayer, en los disfraces de entroido. Pero que el regalo de este artefacto como gancho de una rifa a sortearse el 14 de marzo obligase a imprimir más papeletas y a duplicar el premio, como ha pasado con las fiestas de San Gregorio de Raxó, sublima cualquier imaginando. Y que la original idea de la comisión organizadora sería tema de reportajes y directos de periódicos y televisiones nacionales, como ocurrió. Aunque para mí lo máximo ha sido el cartel anunciador de los festejos donde comparten protagonismo santo y artefacto que tal cual parecería la advocación de San Satisfayer.

¡Feliz Entroido!