El acoso escolar que no pudo con el autodidacta coleccionista de muñecas
PONTEVEDRA
Ethan, que tuvo que cambiar de centro educativo, lleva diez años customizando Monster High. Sueña con vivir de la moda
08 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Es todo un artesano de la costura. Él dice que a pequeña escala. Ethan L. Carballo, de 17 años, estudia 4º de la ESO en el IES Torrente Ballester y recibe en su casa de Pontevedra. Desde hace diez años colecciona muñecas, la mayoría las Monster High de Mattel, y se encarga de customizarlas de pies a cabeza. Todo empezó en el 2010. «Tenía 7 años. Un día vi a dos niñas por la calle con una Monster High y me encantó el estilo, no eran como las Barbies, que son todas iguales», cuenta en el salón de su casa. A su lado Nuria, su madre, que escucha atenta.
Tardó un mes en conseguir la primera. «Soy una persona de mente abierta», comenta su madre, a la que el precio de la muñeca, entonces 45 euros, le tiraba más para atrás que los estereotipos. Hoy Ethan tiene más de mil en una habitación para ellas. Las estanterías van creciendo a medida que mengua el espacio libre. «La primera que tuve fue la Frankie Stein», relata Ethan, al que siempre le gustó el rosa. «Soy muy diferente a los chicos llamados normales», suelta.
Tras ese comentario aflora la parte más dura de su historia. La del acoso escolar que sufrió durante un curso y que obligó a su madre a cambiarlo de instituto. Ethan recalca que es fuerte y que Nuria lo pasó peor que él. Aquel curso, 1º de la ESO, no fue uno más. «Eran bromas pesadas. Me llamaban el gordo maricón al que gustan las muñecas». Él intentaba no hacer caso, hasta que la presión fue a más. «Una vez me arrinconaron contra una pared y me dijeron ‘Agáchate y chúpame la ...’». Su madre recuerda que sintió rabia e impotencia porque no encontró el apoyo esperado en el instituto. «Mis polluelos son mis polluelos y una madre no tolera que se metan con sus hijos. Me decían que Ethan se lo inventaba todo, que era muy imaginativo». No quedó otra que cambiarlo de centro. Lleva cuatro años en el IES Torrente Ballester y la convivencia es buena. Ambos quieren agradecer el respaldo y la implicación que recibieron del entonces director, David Castro. «No soy un bicho de cuatro ojos porque me guste el brilli brilli y los colores estridentes. No soy un taladrado», expone.
Tras aquella primera Monster High vino una tarea de investigación por Internet. Casi cada mes caía una muñeca nueva. Quería tener más y hacer algo grande. Y vaya si fue grande. Ahora las consigue en el mercado de segunda mano. ¿Y cuando se quede sin espacio? Su plan B, «ser millonario y tener una casa muy grande». Además de las Monster High tiene Barbies, Bratz, Ever After High, L.O.L., Surprise y Enchantimals. Le gusta recuperarlas y customizarlas y todas tienen nombres. Tarda unas dos semanas en completar la cara y la ropa y algo más si hay que ponerle el pelo. No se cansa. Le dedica unas tres horas al día y el fin de semana algo más. A Ethan le gusta diseñar ropa, dibujar y la fotografía. Tiene claro cómo le gustaría que fuera su futuro.
Su hoja de ruta pasa por estudiar en Vigo los ciclos medio y superior de Costura y Diseño y poder vivir diseñando colecciones. La casa italiana Moschino es una de sus favoritas por su «originalidad». ¿Se ve compitiendo en Maestros de la costura? Dice que no porque no es capaz de trabajar bajo presión y verlo le pone nervioso. Este artesano de la costura a pequeña escala pide respeto para él y para todos. No sabe de dónde le viene su afición. Su madre desvela que su bisabuela, que él no llegó a conocer, era costurera y que su abuela le regaló una máquina de coser. Ahí nació el hoy autodidacta de Instagram (@ethan_wolf_mh).