Lores se siente «sorprendido, decepcionado e traizoado» por el frenazo a la variante de Alba

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA

S.B.

El alcalde de Pontevedra lamenta que Núñez Feijoo lleva dos días esquivando sus llamadas

13 dic 2019 . Actualizado a las 16:27 h.

«Profundamente sorprendido, decepcionado e traizoado». Así se siente el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), ante el frenazo impuesto por la Xunta al proyecto de variante de Alba, el vial que habría de conectar las carreteras de Vilagarcía y Santiago para dar una solución a los problemas de la PO-225 en Alba.

Lores asegura que la ejecución de la variante era un compromiso del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, adquirido en las últimas reuniones que mantuvieron. Y por eso siente como una traición que ahora la Consellería de Infraestruturas dé marcha atrás a su propio anteproyecto apelando a la «falta de consenso social».

Para el alcalde no existe «ningún argumento técnico» para frenar el proyecto, sino que es una «decisión política» y acusa a la Xunta de haber actuado «con malas formas, con falta de lealdade, de maneira cobarde e traizoeira», por lo que insistió en que está «moi decepcionado».

Esa acusación de «cobardía» obedece a que fue el portavoz municipal del PP, Rafa Domínguez, el que anunció el miércoles su oposición al proyecto antes de que la Xunta confirmara, horas después, que se renuncia a su propio trazado.

«En ningún a Xunta se comunicou có Concello. Mandaron a un recadeiro a dar a noticia [en alusión a la comparecencia de Domínguez] e logo nin siquera collen o teléfono. Nin o presidente ao alcalde nin o director da Axencia Galega de Infraestruturas ao concelleiro. Iso é cobardía», lamentó Lores. 

 «La Xunta impulsa la Variante de Alba en atención a una demanda del Concello de Pontevedra. La Axencia Galega de Infraestruturas analizó todas las alternativas posibles para cumplir la funcionalidad de sacar el tráfico de Alba, buscar el menor impacto ambiental y patrimonial y cumplir las exigencias del Ministerio de Fomento para el entronque con la Nacional. En ese análisis, con esos tres condicionantes, encontró un trazado viable y lo sometió a información pública. En ese proceso ha quedado constatado que no hay consenso social. Tenemos que trabajar por ese consenso social, para lo que confiamos en que el Concello de Pontevedra se implique y proponga una alternativa que pueda alcanzar ese consenso», fue la respuesta oficial de la Xunta, facilitada a preguntas de este periódico el mismo miércoles.

Lores recordó que el trazado que ahora la Xunta descarta «era, según eles mesmos, o úncio viable. O Concello aceptouno porque a obra é urxente, pero plantexábamos cambios para facelo menos duro, más axeitado ao territorio».

El alcalde afirmó que se  propuso a la Xunta firmar un convenio para afrontar la obra, de forma que la ejecutara el propio Concello, que posteriormente asumiría la titularidad del vial.