La cantera da un paso al frente

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Asobal El Teucro recurre a 5 jugadores de Primera Nacional para cubrir las bajas

13 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No es un buen año para el Teucro en ningún aspecto, ni en lo económico, ni en el juego, ni en las lesiones, ni tampoco en los resultados. Solo hay un punto en el que el conjunto pontevedrés arriesga para poder obtener resultados. La mala fortuna le ha llevado a recurrir a cinco jugadores del equipo de Primera Nacional para salvar, en parte, el vacío que dejan las lesiones. Alberto Garrido, Samu Pereiro, Domingo Jesús Luis Mosquera, Sergio Pérez y Diego Prada son los cinco jinetes que echan una mano a los veteranos para intentar no llegar al apocalipsis. Cada uno de ellos compagina sus estudios con los entrenamientos a las órdenes de Luis Montes y un doble partido el fin de semana. El sábado toca Asobal y el domingo, Primera Nacional. Llegan a la cama agotados, pero como dice Sergio Pérez, «lo hacemos porque nos gusta mucho esto».

A sus 18 años este jugador madrileño es el que acumula más minutos de los cinco y uno de los más destacados en los últimos encuentros. Las lesiones de sus compañeros les han brindado una oportunidad de la que no se quieren apear, pero su presencia tiene una cara y una cruz. En la parte positiva está el arranque y las ganas que ponen en la pista, pero la falta de experiencia resta templanza en el juego y a veces hay que «parar y pensar», reconoce Alberto Garrido. Con 26 años es el más veterano de los cinco. Asegura que sigue en el filial porque no tiene la calidad para estar en Asobal, pero sí echa una mano para suplir las ausencias. «No está siendo fácil. Encontrar el punto de tensión para estar arriba es complicado cuando en el equipo de Primera Nacional casi todo lo que haces, sale bien», explica Garrido, jugador de la cantera teucrista que estuvo en seis equipos y hace dos años volvió a la que considera su casa y de la que no prevé salir baje o se mantenga el equipo. «Habiendo jugado en seis equipos distintos puedes comparar y obviando el tema económico, aquí se entrena bien», explica Garrido, que lleva cinco partidos y un gol con el primer equipo.

El último en unirse a este carro de la lucha fue Diego Prada, que con 21 años su oportunidad llegó por la baja de Iván Fernández. No contaba cuando llegó en verano a hablar con Luis Montes que unos meses después estaría jugando en Asobal. «Me vine a estudiar a Pontevedra y quería seguir jugando al balonmano, vine a preguntar al Teucro con la intención de hacerlo en Primera Nacional», señala Prada, que reconoce que con los «mayores» cada movimiento «es una responsabilidad». Todos coinciden en que la responsabilidad de Asobal pesa demasiado en unos hombros acostumbrados a llevar de calle el filial. Los cinco entrenan con el primer equipo aunque jueguen con los dos. El Teucro trabaja en la misma línea desde las categorías base lo que facilita el intercambio de estos jugadores sin que la idea de juego se les trastoque.

Samu Pereiro ya es el segundo año que echa una mano al primer equipo. La primera vez que lo hizo llegó de la mano de Quique Domínguez la temporada pasada. En este año ganó más confianza y mucho más cansancio. «Es complicado, juegas el sábado, vas el domingo con el de Primera y el lunes vuelves a entrenar», señala. Aún así no hay quejas que valgan. Reconoce, como Sergio Pérez, que «te marcas tus objetivos, si te quieres dedicar a esto todo suma». Este último lleva 54 goles en 17 partidos. Llegó para jugar en Primera y de forma esporádica, saltar a Asobal, pero las lesiones han dado un giro de 180 grados a este orden. «El sábado lo intentamos y estuvimos cerca, pero los fallos en ataque nos condenaron. Ahora no queda otra que seguir remando», señala. Es un habitual en la pista, agresivo en el juego, pero le condena la impaciencia en determinados momentos. «Con el tiempo se conseguirá hacer bien», señala Garrido sobre ese ímpetu en el parqué.

Samu Pereiro, Sergio Pérez, Alberto Garrido, Diego Prada y Domingo Luis coinciden en la necesidad de aprovechar la oportunidad que le ha dado Luis Montes en un año en el que la mala fortuna le abrió las puertas.