El Eguren: cementerio, colegio, párking

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

El Concello de Marín retoma la idea del aparcamiento subterráneo en un ámbito cuyos usos han variado mucho

27 ene 2019 . Actualizado a las 12:43 h.

Marín podría contar en unos años con su primer párking subterráneo que, si se mantienen las intenciones actuales, se ubicaría en el parque Eguren. Durante mucho tiempo se habló de hacer esta estructura en la Praza de España, pero todos los intentos allí han fracasado y ahora se recupera una idea que ya se sopesó en 1997 cuando gobernaba Marín el popular Augusto Casal.

Si finalmente se confirma la construcción del párking subterráneo en el Eguren es posible que las palas excavadoras se lleven más de una sorpresa en los trabajos de destierre, porque en una parte de esa parcela estuvo el cementerio de Marín.

El casco urbano de la villa se fue conformando en un lento proceso de varios siglos, en torno al priorato que el monasterio de Oseira, en Ourense, tuvo hasta entrado el siglo XIX. El primer cementerio que se ha documentado es precisamente el que se encontraba en el ámbito de la actual finca del parque Eguren.

Generaciones de marinenses fueron sepultados en este camposanto, que fue también objeto de polémicas entre el Ayuntamiento y el párroco a mediados de ese siglo, tal y como se reflejan en las actas de los plenos.

El cementerio cayó en desuso varias décadas más adelante, en el siglo XX, pero antes ya hacía largo tiempo que había dejado de ser el lugar de sepultura de todos los marinenses. En 1882 numerosas familias de la villa, sobre todo en A Banda do Río, se unieron a la iglesia evangélica y, en aplicación a la legislación de la época, se les negó ser enterrados en el cementerio donde estaban los fieles católicos.

Fruto de aquellos tiempos de intolerancia religiosa, surgió el actual cementerio municipal de A Raña, que estrenó en 1886 para enterrar a un protestante, Domingo Gallego Barral.

En el área del actual parque Eguren se levantó una institución que, en su momento, fue todo un buque insignia de un Marín que aspiraba a pisar fuerte en el siglo XX que estaba empezando, con la construcción de un colegio religioso, para niños, que es el antecesor del actual San Narciso, trasladado a Mogor décadas después.

En terrenos propiedad de la parroquia se construyó un templo católico en la década de 1900, que se tuvo que derribar. Y en esa finca se alzó más tarde el actual templo nuevo, inaugurado a mediados del siglo pasado.

La adquisición del terreno para el parque público actual por parte del Concello marinense a mediados del siglo XX permitió dotar a la villa de una zona verde alternativa a la Alameda, que se quedó pequeña para el tamaño de la población. De hecho, el Eguren, que se reformó y adaptó como parque en la década de 1990 dio a Marín un espacio adecuado para la celebración de galas y conciertos, algunos tan singulares como el de Juanito Valderrama el 25 de junio del 2002, una de sus últimas intervenciones en público en Galicia.