La defensa del Ávila ahoga al Peixe

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

OSCAR VIFER

Baloncesto | LEB Plata La escuadra azul suma su tercera derrota consecutiva

27 oct 2018 . Actualizado a las 22:34 h.

No pudo ser. El hambre de victoria para quitarse el mal sabor de la última jornada también en A Raña no fue suficiente para dominar a un Ávila que demostró por qué es uno de los equipos con más experiencia de la categoría. Aunque empezaron bien los marinenses, no tardaron demasiado en encontrarse con un muro infranqueable de los visitantes. Hasta cinco minutos tardaron los azules en encestar en el tercer cuarto.

Pese al genial inicio de temporada, parece que aún le quedan piezas por engrasar a los de Javi Llorente. No es extraño. La llegada del pívot Vashil Fernández se produjo hace apenas una semana y pico. El jamaicano aún debe adaptarse al juego local y al esquema planteado por el entrenador.

Sabía también el Ávila del peligro de Jordan Gregory y trató de ahogarlo y asfixiarlo con todas sus fuerzas. El jugador de Colorado vivió en sus carnes un partido especialmente difícil, con una defensa más que notable hacia su figura que le impidió realizar los lanzamientos a los que tiene habituada a la grada.

Los amarillos se mostraron valientes en su salida a domicilio. Además de un muro defensivo también supo realizar hábiles jugadas en ataque, y supo subir el ritmo en el momento justo para despistar a un Peixe que tuvo que remar a contracorriente demasiado tiempo. Tampoco le sonrió demasiado la suerte en los lanzamientos exteriores.

A un minuto del tercer cuarto tomaron aire los de Llorente y consiguieron remontar hasta poner el 50-55 en el luminoso. Había tiempo y esperanza para la remontada. Nadie iba a bajar los brazos. Para desgracia del Peixe un intento de triple rebota en el aro y el Ávila logra dejar el marcador al final del penúltimo cuarto en 50-58.

Muy controladores los visitantes, parecían llevar las riendas del encuentro la mayoría del tiempo, aflojando cuando querían y asfixiando si lo deseaban. Un partido complicado como pocos, y sabido de antemano.

Mostraba el marcador un 53-62 muy apretado para los locales a falta de ocho minutos. Obcecado en los tiros de tres, la suerte seguía sin sonreírles y los triples no llegaban. Quizás se hubiera podido asegurar algún punto más de haber intentado entrar más a canasta, aunque la defensa del Ávila no lo permitía.

Desperezado el Peixe, consiguió ponerse a cuatro de los amarillos pero estos responden con dos triples de vértigo. Les salía todo desde esa línea. Un jarro de agua fría, o más bien, de cubitos de hielo.

Se vinieron abajo los marinenses, que veían que el partido se había ido. Castigo excesivo el del luminoso. Los errores salieron muy caros.