Los cuarenta minutos que O Mulo se ocultó en un zulo

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Policía Nacional

La falta de oxígeno, al parecer, hizo que el narcotraficante abandonara su escondrijo en el 2015

09 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La víspera de Reyes del 2015, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria desarrollaron la fase más sensible de la operación Visillo. Mientras en alta mar se procedía la abordaje del Coral I con sus 1.245 kilos de cocaína, en tierra se sucedieron los arrestos de lo que la Fiscalía no duda en considerar que era un entramado de narcotransportistas a cuyo frente estaría todo un histórico, Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo.

Este se encontraba entonces en libertad condicional a la espera de ser juzgado en relación con un alijo fallido en A Lanzada, por el que a principios de este año le cayeron ocho años y medio de prisión. Según expuso ayer en la Audiencia de Pontevedra uno de los policías que participó en su arresto de hace tres años, los agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) tomaron la vivienda y la aseguraron para, acto seguido, comenzar un registro de todo el interior.

Sin embargo, para sorpresa de los investigadores, en la vivienda no había ni rastro de O Mulo. Parecía haberse evaporado en el aire. Entre treinta y cuarenta minutos, los agentes peinaron la propiedad de arriba a abajo sin encontrar al sospechoso.

Y en estas estaban cuando Rafael Bugallo, aparentemente acuciado por la falta de oxígeno, salió voluntariamente de un zulo practicado en un armario. «Era una especie de zapatero con una puerta falsa», recordó ayer este policía nacional.

Tres años después de su arresto, el fiscal solicita para Rafael Bugallo doce años y 425 millones de euros en multas por un delito contra la salud pública, así como diez años por dirigir una organización criminal y dos años por la pistola con silenciador que se localizó en la vivienda. Durante las primeras jornadas de este juicio, que se espera que se extienda hasta ya entrado el otoño, O Mulo negó los hechos que se le imputaban, al tiempo que mantuvo que se limitó a prestar una radio a unos colombianos: «En los otros dos juicios a los que me enfrenté confesé los hechos, si en este caso fuera culpable también lo haría», manifestó a principios del pasado mayo.