Louzán y Lores daban el pistoletazo de salida a una obra que había generado una agria polémica
19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Apenas se dirigieron la palabra, pero allí estaban los dos para sellar uno de los momentos históricos del deporte pontevedrés. No tanto por sus hitos deportivos, que también los había, si no por sus infraestructuras. El entonces presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y el todavía hoy alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, simbolizaban el final de una tensa polémica que los mantuvo enfrentados públicamente tres años para poner la primera piedra del nuevo estadio de Pasarón -presupuestado en aquel momento en 8,5 millones de euros y terminado con un sobrecoste de exactamente el doble de esta cantidad-.
Armados con una pala, los representantes políticos ponían la primera piedra del futuro estadio mientras la empresa constructora comenzaba la demolición, apenas unos minutos después, de la grada sur de uno que ya acumulaba 60 años de vida.