La Brilat pone una pica en la Antártida

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El continente helado se incorpora a las rutas xacobeas gracias a la campaña que lidera un comandante de la brigada capitalina

30 dic 2015 . Actualizado a las 13:22 h.

Hace frío. Los termómetros marcan a duras penas un grado centígrado. Se registra un poco de viento. Por momentos, se rondan los 46 kilómetros por hora, con lo que la sensación térmica se sitúa algún grado bajo cero. Son las siete de la mañana del pasado jueves y los componentes de la Campaña Antártica, que por primera vez lidera un militar de la Brilat, el comandante Alberto Salas, pisan la Isla Decepción.

Mientras los tres sismólogos comprueban que no hay riesgo -la isla es, en realidad, la parte visible del cráter de un volcán emergido en activo-, comienzan las tareas para abrir la base Gabriel de Castilla. A lo lejos, en el mar, las tripulaciones y pasajeros de dos buques turísticos son testigos privilegiados del desembarco.

Tras activarse el semáforo verde, esto es, que no hay riesgo de erupción -el volcán es durmiente como demuestra el hecho de que existen aguas termales y que haya entrado en actividad esporádicamente-, los militares comenzaron la ardua tarea de retirar la nieve que cubre buena parte de las instalaciones y abrir una senda, al tiempo que se encendieron los grupos electrógenos y se instaló una bomba de agua.

Primeros problemas. La rampa por la que debería subir la carretilla mecanizada Merlo no se asienta, lo que obliga a los componentes de la misión a trasladar buena parte del material a mano. Horas después, la situación cambia y la máquina entra en acción.

Desde el jueves, el contingente de trece militares y tres sismólogos han estado trabajando duro para disponer de una acuartelamiento plenamente operativo. En este marco, ayer estaba previsto que se izase la bandera de la base, así como el banderín del Camino de Santiago para, posteriormente, descubrir el tótem en el que, apuntando en dirección de Santiago, se refleja la vieira amarilla que simboliza la Ruta Xacobea y los 14.075 kilómetros que separan la Isla Decepción de la capital gallega. Con esta iniciativa, la Antártida se incorpora a las rutas xacobeas.

Una vez concluya la campaña actual, los militares tienen intención de trasladar el banderín en peregrinación hasta la catedral compostelana, permaneciendo custodiada entre los fondos del museo diocesano.