Expectativas para el 2015

LA SEMANA DE EUGENIO GIRáLDEZ

PONTEVEDRA

La llegada de Podemos, el aguante de Miguel Anxo Fernández Lores, la suerte de PSOE y PP o el futuro de Rafael Louzán constituyen algunas de las incógnitas a despejar

13 ene 2015 . Actualizado a las 18:56 h.

El 2015 nos va a deparar una serie de escenarios informativos muy interesantes. El más atrayente, sin género de dudas alguno, será el que surja de las próximas elecciones municipales a celebrar en apenas cinco meses.

El año empieza poniéndole cara a Podemos en Pontevedra. Se trata de Marcos Fontán, recién elegido como el primer secretario general del partido de Pablo Iglesias en esta ciudad. Un joven ingeniero en paro, de 34 años, que ya tiene un currículo de activismo vinculado a movimientos anteriores como Indignados, 15-M y similares.

A partir de ahora seguro que se irá labrando un mayor conocimiento entre la opinión pública.

Aunque el envite de Podemos no son los comicios de mayo, sino las siguientes citas, es decir autonómicas y generales. Hasta entonces, Podemos no gastará su marca. Simplemente se limitará a prestar apoyos para lo que deberá dirimir en cada ciudad a qué plataformas respaldará.

En Pontevedra, Marea y Ganemos deberán formatear esa lista cuyas probabilidades de obtener representación en la próxima corporación municipal parecen garantizadas. Necesitarán unos 1.600 votos para un acta de concejal, un techo que parece está a su alcance.

Pero en Pontevedra, a diferencia de otras ciudades gallegas, las posibilidades de que este tsunami sociopolítico altere el status quo son mínimas.

Ya escribí en una reciente ocasión que frente a Podemos, en Pontevedra tenemos el efecto Loremos.

¿Asistiremos al quinto mandato consecutivo de Miguel Anxo Fernández Lores? Presumiblemente sí, según las prognosis de resultados que se han difundido. La última efectuada por Sondaxe para La Voz de Galicia indicaba que esa reedición de Lores como alcalde podría producirse a través de una victoria amplia, rayana con la mayoría absoluta, en virtud de su capacidad de rascar votos en todos los segmentos sociales.

En caso de ocurrir un resultado tal, surgirían efectos colaterales y habría que ver con qué consecuencias futuras.

Duele imaginar que todo un PSOE, con lo que ha supuesto en cerca de 40 años de democracia, pudiera quedar condenado al ostracismo resultando innecesario su concurso en una coalición de gobierno con el BNG. Tino Fernández, nuevo secretario general de los socialistas y póster electoral para la alcaldía, se juega muchísimo.

Una alternativa para el 2019

Por el contrario para el Partido Popular el paisaje previsible que se dibuja a partir del 24-M les obligará a pensar en construir una alternativa para intentar en el 2019 acceder a la alcaldía que para entonces llevarán 20 años ansiando recuperar. Ya sea con Jacobo Moreira u otra persona. Semejante desenlace no creo que pille de sorpresa a Feijoo y demás dirigentes peperos. Entre ellos Louzán cuyo futuro próximo es, por primera vez en muchos años, muy incierto.

No está nada claro que el PP pueda reeditar mandato en Diputación, más bien al contrario. La irrupción de Podemos y demás movimientos ciudadanos va a dinamitar el mapa electoral habitual en esta provincia.

Pontevedra, Vigo y Vilagarcía, las tres principales plazas de la demarcación, pueden arrojar malos resultados para el Partido Popular, que complicarían un nuevo mandato en Diputación. Es probable que estemos en vísperas de asistir a un relevo histórico en esa institución donde desde 1979 nunca ha habido un gobierno de izquierdas.

Si así fuera, el futuro de Louzán podría estar en otros despachos y entenderíamos mejor su reciente elección como presidente de la Federación Gallega de Fútbol.

Como consecuencia del ambiente electoral, la vida política local se enrarecerá más. Los debates serán más ariscos y se tensionarán las relaciones. Resulta un guion previsible.

Test del próximo miércoles

El próximo miércoles tendremos un primer barómetro. El pleno extra de la corporación, para debate y aprobación de los presupuestos municipales.

En las siguientes semanas, asistiremos, con seguridad, a nuevos episodios de discordancias entre BNG y PSOE en el gobierno de coalición municipal. Una circunstancia periódica, habitual, casi calculada, pero que solo traslada una imagen perjudicial para ambos.

El proyecto de la planta de compost que alienta el ala nacionalista del gabinete, con el apoyo de la Diputación, frente al rechazo de los concejales socialistas, será uno de esos territorios de confrontación. Como la suerte judicial del asunto Pasarón, una denuncia jaleada por Tino Fernández frente a la táctica del avestruz de Lores y el Bloque haciendo causa común y seguidismo con Louzán, a pesar del brutal desfase presupuestario que se produjo.

Nos aguardan meses apasionantes.