En tres domingos, la militancia del PSOE decidirá quien, si Agustín Fernández o María José Fariña, será el póster electoral en las municipales de mayo del año que viene
10 nov 2014 . Actualizado a las 17:59 h.El 30 de noviembre se celebrarán primarias en las agrupaciones del PSOE en ciudades de más de 20.000 habitantes donde se requiera votar si, como ocurre en Pontevedra, hay al menos dos aspirantes a hacerse con la candidatura a la alcaldía. Lamentablemente, el PSOE acantonó ese proceso y no se ha atrevido a dar el paso de abrir esas primarias a simpatizantes y cuantos ciudadanos sintieran que tenían algo que decir (votar) al respecto.
Por tanto, serán solo quienes tengan carnet de afiliado los que decidan en casos como la ciudad del Lérez que, de antemano, resulta uno de los que genera más expectación debido a la paridad de fuerzas entre los sectores que confrontarán. Que más o menos son los mismos que se han venido midiendo en diversos envites. Por ejemplo, en julio cuando se decidió quién iba a ser el nuevo secretario general nacional del PSOE. La militancia local, por cierto, votó más a Eduardo Madina aunque el vencedor, como ya se sabe, resultó ser Pedro Sánchez.
Viene ocurriendo desde hace años, quizá demasiado tiempo, que en el PSOE local se viven unas dialécticas tan intensas como irresolubles. Es un enfrentamiento que va más allá de la respetable existencia de diferentes sensibilidades. No han llegado a ser batallas fraticidas pero seguramente han diezmado sus fuerzas. Y tampoco resultan muy entendibles de puertas afuera, entre la ciudadanía que no se maneja en nomenclaturas como oficialistas versus críticos que se repiten de modo recurrente cuando se analiza lo que viene ocurriendo puertas adentro de la sede de la rúa Irmans Nodales.
Desde hace 15 años, en el PSOE han estado muy movidas las nominaciones de anteriores alcaldables. Tere Casal tuvo que atravesar un particular paso de las Termópilas porque era mal vista por su condición de independiente.
A Louro no le sirvió el blindaje oficial (se venía dejando la Delegación del Gobierno) y le apretó el sector crítico aunque finalmente esquivó las primarias con un compromiso de integración para la lista de hace cuatro años que apaciguó temporalmente al bando liderado por José Manuel Valcárcel y Jorge Nogueira, dos de las eternas esperanzas que no han terminado de dar el paso. Tampoco lo harán esta vez, aunque están detrás de la candidatura de la ex presidenta del Colegio de Arquitectos. María José Fariña apenas lleva tres años militando en el PSOE. Es toda una incógnita y resulta una desconocida, sobre todo para el gran público.
Segunda oportunidad
Agustín Fernández, actual secretario general local, ya sabe lo que es perder en este tipo de procesos. Lo vivió en 1999, cuando se midió contra Roberto Taboada, que le ganó por unos veintitantos votos de diferencia.
Pero esta vez parte como favorito. Garantiza experiencia en la gestión municipal y disfruta de un grado de conocimiento entre el electorado gracias a su papel en la concejalía de Educación y Deportes. Ultimamente ha enfatizado su protagonismo con iniciativas como la denuncia que obligó a Rafael Louzán a declarar en sede judicial sobre el desfase presupuestario del nuevo Pasarón. Un gesto que además implicó una cierta capacidad de desmarque del BNG (extrañamente tolerante en este asunto). Una variación interesante en el ámbito del gobierno coaligado que tantas veces ha asfixiado al PSOE dejándole sin capacidad de diferenciarse ante la opinión pública.
Si Tino gana las primarias tendrá la dificilísima papeleta de contener y si puede mejorar los resultados del PSOE pontevedrés, que vienen en caída libre desde el 2011.