«El embalse tiene mala fama»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Aborda en su tesis la proliferación de cianobacterias en el Umia y propone extraerlas y usarlas como biodiésel

02 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una colaboración entre el grupo de investigación de Enxeñaría Agroforestal de la Universidade de Vigo y la Xunta para el plan Umia llevó a Xana Álvarez Bermúdez (Cambados, 1986) a cambiar totalmente la temática de su tesis, que ya había iniciado. Esta joven trabaja desde finales del 2011 en una investigación titulada Modelo conceptual de la eutrofización y proliferación de cianobacterias. Un caso de estudio en el embalse de A Baxe.

Tras más de dos años de investigación y ya con los primeros resultados publicados en congresos y revistas científicas, Xana Álvarez confía en poder cerrar su tesis en el 2015. En uno de los laboratorios de la Escola de Enxeñaría Forestal de Pontevedra, explica lo que busca con este proyecto. «Lo primero que quise estudiar es cómo influyen las condiciones ambientales en el crecimiento de las algas verdes y, en especial, de la cianobacteria Microcystis», comenta. Para ello recreó las condiciones del embalse del Umia, en Caldas, en el laboratorio. Recogió agua de la presa en garrafas y diseñó un dispositivo plástico de 40 litros donde, después de un mínimo de quince días -dependiendo de las condiciones- y de aplicar una solución para agua dulce a base de nitrato y fósforo, son visibles las colonias del alga que cada verano, desde el 2006, tiñe de verde este embalse.

A pesar del impacto visual y de la alarma social que genera, se trata de un proceso natural que surge de la contaminación de las aguas por aportes de purines, industrias y poblaciones. Un fenómeno que no es exclusivo de las presas gallegas o españolas. Esta investigadora señala que, de hecho, China es el país del mundo con mayor problema de eutrofización en sus embalses. Xana Álvarez deja claro que ella no es ingeniera y que desconoce el origen de la presa de A Baxe. «No sé si se construyó bien o mal o en el mejor sitio, pero es cierto que tiene mala fama. Pero este es un embalse que abastece a la comarca de O Salnés y su gran problema son los aportes de nutrientes que proceden de focos de contaminación directa», relata. Esta investigadora vio con sus ojos tirar alguna cisterna de purín. Cree que todavía falta concienciación social y que se elimina el bosque de ribera sin saber que con él se elimina también el filtro que supone.

A estas alturas de su trabajo, ya sabe cuáles son las condiciones óptimas para que se desarrollen las algas verdes (un 55 % del porcentaje es Microcystis), lo que permitirá en el futuro y gracias a un modelo predictivo «anticipar el fenómeno (los llamados blooms) y ahorrar costes a la Administración». La tesis también aborda medidas correctoras. Una de ellas es extraer el alga del embalse sin que afecte al ecosistema. «Nuestra propuesta, que presentaremos a un proyecto europeo, pasa por recoger el agua superficial, que es donde está el alga, aplicarle un sistema de tratamiento sin agentes químicos, y devolverla al embalse eliminando el alga con unos resultados del 95 %», subraya Xana Álvarez. Este éxito a escala laboratorio hay que elevarlo ahora a una escala mayor. Y la última parte del estudio pasa por darle una utilidad a esas algas, usándolas para producir biodiésel.

Desde hace tres años, la Xunta emplea corteza de eucalipto sumergida para combatir la proliferación del alga, con unos resultados no concluyentes.