El volumen devuelto por el mar en Bascuas es insuficiente para los bañistas
14 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Concello de Sanxenxo es el único de la ría de Pontevedra que ha planteado formalmente a Costas la reposición de la arena en dos de sus playas, Bascuas y A Lanzada. Son los dos puntos del litoral donde todavía sangra la herida abierta por las siete ciclogénesis del invierno. El verano está a las puertas, el buen tiempo parece que llegó para quedarse y los bañistas que acuden a estas playas lamentan su estado. A unos días del comienzo oficial de la temporada nada se sabe aún de si Costas aceptará la reclamación del Ayuntamiento sanxenxino. Y en un concello turístico como este, el tiempo corre en su contra.
El mar se llevó la arena de Bascuas y empujó miles de cantos rodados a la playa en los temporales. Las olas han devuelto un volumen tan pequeño de arena a esta playa, la única nudista de Sanxenxo, que usuarios y vecinos apenas la reconocen.
En uno de los bares cercanos, Raquel, hostelera, explica que el sentir general de los clientes es que se eche arena y se retiren las toneladas de piedras que impiden disfrutar de la playa. Ella lo ve más complicado: «Por una parte si la gente exige la arena es bueno para el negocio que rellenen, pero también preferiría esperar a que el mar la traiga, porque es una arena muy fina, blanca y muy buena».
Óscar Gómez, bañista pontevedrés que acude a esta playa desde hace años, resalta que Bascuas, antes del pasado invierno, «era un arenal precioso». Señala con la mano la masa amorfa de piedras que ocupa la superficie donde antes había fina arena. «Le echen o no arena, yo creo que deberían retirar esas piedras, yo creo que debajo aparecerá arena», sostiene.
Sin embargo y pese a los deseos de los vecinos, cualquier intervención ambiental se antoja difícil, por la lentitud burocrática de la Administración y la complejidad técnica. Por ahora, al menos, todo parece indicar que Bascuas y parte de A Lanzada entrarán en el verano a media vela.
El temporal se cebó con la ría, pero otros concellos del litoral fueron más afortunados. Por ejemplo, el mar abrió una gran zanja a lo largo de la playa de Lapamán, en Bueu, en enero, pero las mismas olas la han cubierto. Ni Bueu ni Poio acudirán a los depósitos de Costas. Tampoco lo hará Marín, que compensó los desplazamientos de arena explanándola con una excavadora en Portocelo ya antes de Semana Santa.