La Fiscalía acusa a 5 miembros de SOS Panadeira y dos del Náutico de Sanxenxo

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

MONICA IRAGO

El ministerio público no respalda la falta de coacciones contra 15 vecinos

29 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La irrupción de una veintena de integrantes de SOS Panadeira en el Náutico de Sanxenxo durante la rueda de prensa de la directiva sobre la polémica del pantalán el 5 de febrero está lista para sentencia. La vista oral se celebró ayer en Cambados, en lo que se podría definir como un juicio tenso por momentos y muy largo -cinco horas-.

El fiscal mantuvo la acusación por faltas de maltrato a cargo de cuatro vecinos contra personal del Naútico en un enfrentamiento ocurrido en la primera planta del club cuando SOS Panadeira intentó llegar a la sala del cuarto piso donde se daba la rueda de prensa y el directivo César Elizaga y el contramaestre Carlos Agra se lo impidieron, produciéndose forcejeos y empujones entre las partes, que ahora evaluará el juez.

Se trata de Roberto Fontán, dos faltas con una sanción total de 360 euros; Santiago Piñeiro, una multa de 270 euros; Manuel Abal, otra de 270 euros; y a Elena Torres, otra de idéntica cantidad. También reclamó otros 120 euros a Ramona Portas por el lanzamiento de un huevo contra el directivo del Náutico. Asimismo, propuso una sanción por falta de maltrato a los vecinos contra Agra por 270 euros y tres faltas a Elizaga por el mismo concepto que suman 1.350 euros.

Por su parte, el fiscal pidió la libre absolución para los vecinos antes citados y otros diez más que también fueron denunciados por una falta de coacciones, que sí mantuvo la acusación particular del empleado y del directivo del Náutico.

Poco faltó para el delito

El ministerio fiscal entiende que como la rueda de prensa sí se celebró, no hubo perturbación de la paz en una entidad privada como es el Náutico, aunque admite que, en el choque que se produjo entre los denunciantes del Náutico y SOS Panadeira en la primera planta del edificio, «los hechos por muy poco rayaron en un delito», cosa que no pasó porque no hubo un grado de violencia suficiente para esta tipificación.

A pesar de que el fiscal no encontró razones para acusar a los vecinos de coacciones, estos no se libraron de su reproche de que la irrupción en el edificio ese día, desde su punto de vista, fue una acción «muy poco democrática».

Por su parte, el abogado del directivo y del trabajador del Náutico se adhirió a las acusaciones del fiscal, pero añadió una falta por injurias contra Javier Villalustre, pidió al juez una condena para los quince vecinos por supuestas coacciones ya que impidieron que sus defendidos pudieran realizar sus cometidos de ese día con normalidad y reclamó la absolución de sus representados Elizaga y Agra.

Las dos letradas de SOS Panadeira se manifestaron a favor de la absolución de sus defendidos, incidiendo en que sus representados abandonaron el edificio del Náutico cuando se lo pidieron y arremetiendo contra Elizaga, a quien responsabilizaron principalmente del enfrentamiento que se produjo cuando este intentó frenar el acceso vecinal a la cuarta planta.