Los solidarios silenciosos

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Las organizaciones sociales multiplican esfuerzos y subrayan la colaboración de donantes anónimos que les surten de productos

06 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Puntualmente, cada inicio de mes, en la oficina de Cáritas Interparroquial, en la calle Joaquín Costa, reciben una llamada telefónica. Al otro lado del hilo, una persona pregunta qué alimentos se necesitan en el almacén de la entidad, que surte a un buen número de familias de la comarca pontevedresa. Pocas horas después, se recibe la donación. Leche, productos para desayuno, legumbres... Lo que haga falta. Es una de las remesas fijas con las que puede contar la organización, y no es la única. Como señalan desde Cáritas, «hay tres o cuatro personas que ayudan habitualmente».

La solidaridad que alimenta ha crecido al mismo ritmo de la crisis y, sobre todo, de forma anónima. Así lo cuenta también el responsable del comedor social de San Francisco, Gonzalo Diéguez, quien cifra en una veintena las personas que habitualmente, bien cada mes o cada semana, colaboran donando alimentos a esta entidad que atiende cada día a más de un centenar de comensales. «Es gente que quiere ayudar de forma anónima, y como ya hay confianza siempre les decimos lo que necesitamos y es lo que nos traen -apunta-. Y alguna empresa nos ha dejado dinero en el supermercado para que hagamos la compra que necesitemos».

El Banco de Alimentos Rías Baixas también cuenta con ángeles de la guarda. Tanto individuales como empresas, que periódicamente les surten. «Clesa y Larsa nos dan yogures todas las semanas y una empresa nos ha dado en varias ocasiones productos de alimentación infantil, la última entrega, de 52 kilos», señala su presidente, Manuel Fernández. El pasado año esta entidad, que ya atiende a un millar de familias, distribuyó 95 toneladas de alimentos.

Algunos donantes se dirigen también a la Casa Azul, la sede de Redeaxuda, la red creada desde el Concello para coordinar toda la ayuda social que prestan las principales oenegés de la ciudad. La concejala de Benestar Social, Carmen Fouces, ha señalado en más de una ocasión que muchas de esas organizaciones «antes tiñan que tirar de coñecidos para cuestións de urxencia», pero el sistema de alertas implantado en la web redeaxuda.com permite a cualquier ciudadano conocer al momento las necesidades que plantean estos colectivos y la forma de colaborar. Es así, por ejemplo, cómo una donante anónima aportó el pasado año 180 litros de leche que precisaba Rexurdir Provincial para los desayunos y meriendas que sirve en su sede.

Manuel Quiroga, del Club de Leones, que atiende a 400 familias, subraya que además de los fondos Fega que reciben a través de la Cruz Roja, las donaciones de instituciones y empresas, así como las de particulares, permiten mantener al día el almacén de la entidad. «De particulares hay menos -explica-, pero suele haberlas, incluso también de donativos en metálico para que podamos comprar alimentos. Y 20 euros son 20 kilos de lentejas o de arroz...».

«Hay gente que colabora a la que ya les decimos lo que necesitamos y es lo que traen»

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