«Creo que va a volver a tocar»

maría conde PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Pilar Lago, la lotera más veterana, y Diego Murillo, agraciado con un 4º premio en el 2012, hablan del Gordo, que solo tocó una vez en Pontevedra

22 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Fue tal día como hoy hace un año. Apenas pasaban las nueve de la mañana y Diego Murillo recibió dos llamadas telefónicas en apenas unos minutos. En la primera, un medio de comunicación le preguntaba si sabía algo de un premio del sorteo de Navidad que acababa de tocar en Pontevedra. Al instante, por otra línea, uno de los empleados de AMA, la aseguradora de los profesionales sanitarios que preside, le anunciaba exultante que el número que él había elegido ese año para el Gordo (el 85.045) era el agraciado con uno de los cuartos premios. Se enteró así de que acababa de repartir la friolera de 36 millones de euros entre trabajadores de la mutua, familia, amigos y muchos otros conocidos.

¿Qué se siente al entrar a formar parte del club de agraciados en el sorteo de lotería más emblemático del año? «La mayor alegría que me llevé fue porque le tocó a los 600 empleados de AMA, no solo a mí; fue para toda la empresa -señala el médico pontevedrés-. Había comprado el número entero y lo repartí todo. Aunque luego oí que solo dos trabajadores no lo compraron. Yo me quedé con dos décimos...». También repartió entre familia y amigos.

Pilar Lago, la lotera en activo más veterana de la ciudad en estos momentos, coincide con él en lo gratificante que resulta repartir felicidad a través de la lotería. Ella sabe lo que es dar un premio multimillonario. Hace unos años, en su Administración número 6, en la calle Cobián Roffignac, se selló un boleto del Euromillón que resultó premiado con 12.820.188 euros. «Enseguida supe quién lo había comprado por la hora, era un operario portugués de los que trabajaban en la construcción del nuevo Museo -cuenta-. Se fue a su país».

Y poco antes de la llegada del euro, también repartió dos mil millones de las antiguas pesetas en un sorteo a beneficio de la Cruz Roja. «Eso fue increíble, porque tocaron todas las series, la centena... Estuvo muy repartido, y tocó a todo el mundo. Recuerdo que nos traían ramos de flores, cajas de bombones...». Pero reconoce que en el Gordo está su espinita. «Es el que me falta, he dado del Euromillón, la Bonoloto, la Primitiva... Este año, a ver...», apunta. «Realmente, hay muchos otros sorteos en los que se puede ganar mucho más dinero, mira ese Euromillón, con 4 euros le tocaron 13 millones. Pero este es el tradicional, el más emblemático del año y la lotería que más se vende. Aunque personalmente me gusta más la de Reyes».

Murillo afirma que no es supersticioso y que nunca le había tocado un premio de azar. «Pero tengo la ilusión de que va a volver a tocar», afirma. De la terminación en 5 ha pasado a la del 1, «aunque ni me acuerdo del número entero». «Lo he vuelto a comprar en la Administración de la calle Don Gonzalo -señala-. Y este año todo el mundo quería lotería, pero ya no hay más. Me han pedido muchísima».

La ciudad de Pontevedra solo fue una vez agraciada con el Gordo, en el año 1986, con el número 03.772. «Si me tocase, yo lo repartiría, también entre gente necesitada», cuenta la lotera. «La alegría para mí fue lo que esto significó para mucha gente», agrega Murillo. El año pasado sacó la botella de champán para brindar y tanto él como Pilar esperan hacerlo en esta jornada. La suerte está echada...