Una polémica política en verano del 2012 dejó a la oposición sin salarios
01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Poco se podía imaginar Lola Dopico que su renuncia al acta de concejal por el BNG iba a traer tanta cola. Porque ella, que no cobraba del Concello, abandonó el gobierno local y fue sustituida por Miguel Filgueira, a quien el alcalde, sin hacerlo público, asignó una dedicación exclusiva (43.865 euros anuales). Esto provocó una furibunda reacción del PP en un momento en que estaba en la calle el recorte de una paga extra a los funcionarios y llamamientos a la austeridad. La polémica generó un tenso pleno en julio del 2012 que acabó con la retirada de los sueldos que cobraban cinco de los ediles de la oposición y anulando la contratación de un asistente de dicho grupo.
La medida del gobierno bipartito entró en vigor el 31 de agosto del 2012, por lo que desde hace justamente un año el grupo del PP trabaja con un único sueldo, asignado al portavoz, Jacobo Moreira. Este, que hasta noviembre cobraba un salario del Parlamento, rechazó los ofrecimientos del gobierno local para renegociar el acuerdo sobre salarios, lo que abrió una brecha en el PP que acabó con la renuncia de tres de sus concejales.
Hasta hace unos meses existían dos versiones de lo sucedido. La del PP, que vio en el acuerdo del gobierno local una clara represalia por sus críticas y un intento por obstaculizar la labor de la oposición, y la del gobierno local, que sostiene que fue el PP el que rompió unilateralmente un acuerdo unánime adoptado por la junta de portavoces al principio del mandato, en junio del 2011. Claro que aquel acuerdo lo firmó Telmo Martín, y no Moreira.
En el juzgado
Ahora existe una tercera versión, que es la que dio el juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Pontevedra en respuesta al recurso planteado por el propio Jacobo Moreira. Ni fue una represalia, ni hubo abuso ni desvío de poder, como pretendía el portavoz del PP. La sentencia subraya la capacidad de «auto organización» del Ayuntamiento. El PP ha recurrido el fallo ante el TSXG, por lo que la polémica de los sueldos está lejos de cerrarse.
Mientras tanto, los concejales de la oposición seguirán desarrollando su trabajo municipal sin cobrar.