El sospechoso, que asumió ayer la pena, conducía un Renault Mégane
17 oct 2012 . Actualizado a las 06:58 h.Daniel Cortizo Montes, vecino de Sanxenxo con múltiples antecedentes policiales, cumplirá cinco años de prisión por atropellar a uno de los agentes que hace dos años le dieron el alto en un control policial en un acceso al poblado de O Vao. Si bien inicialmente se llegó a hablar de una imputación por intento de homicidio, finalmente ha sido condenado a tres años por atentado y a dos por lesiones.
Además de la prisión, el joven aceptó abonar en el plazo de quince días 9.600 euros en indemnizaciones -más de seis mil se corresponden con los días que duró la sanación del funcionario y 1.400 con las secuelas que padece-. En este punto, la compañía aseguradora del Renault Mégane que conducía se reservó expresamente las acciones que pudieran corresponderle en relación con este suceso.
El atropello se produjo cuando Abilio Teijeiro, policía nacional de la Comisaría de Pontevedra con 35 años de servicio, formaba parte de un control que se habilitó a primera hora de la madrugada del 6 al 7 de noviembre del 2010 en la carretera que comunica A Caeira con Campañó. Daniel Cortizo «hizo el amago de detenerse, pero cuando estaba ya próximo a nosotros aceleró», relataba el propio funcionario días después en una entrevista a La Voz.
A Abilio Teijeiro solo le dio tiempo de saltar «encima del capó para evitar que el vehículo me pasara por encima». Agarrado sobre la carrocería del coche, el policía viajó varios metros -una veintena, aseguraron algunos compañeros- hasta que la velocidad a la que circulaba el sospechoso le hizo salir despedido golpeándose la cabeza contra el asfalto.
El agente quedó inconsciente sobre la carretera. Mientras mientras sus compañeros le daban una primera asistencia y avisaban al 061, se dio una alerta a todas las comisarías y puestos de la Guardia Civil de la provincia con los datos que se tenían del automóvil.
Apenas dos horas más tarde, Daniel Cortizo, que por entonces tenía 28 años, se puso en contacto telefónico con la Comandancia de Pontevedra. No solo confesó que era la persona que iba al volante del Mégane, sino que era su deseo entregarse.
Fue detenido en Combarro. Ya el domingo por la tarde, el turismo fue localizado con una rueda rota y el parabrisas destrozado en el entorno de A Caeira. A escasos metros del vehículo estaba el carné de conducir del sospechoso.
Ayer, a la hora de acordar la condena de cinco años de cárcel, se determinó la aplicación en ambos delitos por los que ha sido castigado el encausado de una eximente incompleta por intoxicación por drogas tóxicas en el momento de producirse el atropello.